El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que investiga el «procès» en el Supremo, ha denegado a Jordi Turull y Josep Rull la libertad provisional indefinida que le habían solicitado para ser consellers, ante el incremento de riesgo de reiteración delictiva tras la voluntad independentista expresada por el nuevo president catalán, Quim Torra.
En un auto divulgado este martes el magistrado del Supremo considera que la petición de salir de la cárcel, donde están en prisión preventiva desde marzo, que le han hecho Rull y Turull, no debe ser atendida porque persiste e incluso se ha incrementado el peligro de reiteración delictiva que le llevó a adoptar aquella resolución.
Dicho peligro incluso se incrementa, dice Llarena, ante la pública expresión hecha por el nuevo president, Quim Torra, de impulsar la república independiente catalana ilegalmente declarada.
De este modo, no podrán tomar posesión y ejercer como consellers del nuevo Gobierno catalán.
El juez recuerda en su auto que hace solo cinco días que la sala que revisa los recursos contra sus decisiones en el Supremo, la Sala de Apelación, rechazó la salida en libertad de los dos recurrentes, y añade que desde entonces no ha habido una modificación de los parámetros básicos de evaluación del riesgo de reiteración delictiva.
Para el magistrado, «un eventual retorno de los procesados» al Gobierno catalán «no solo no desvanece o mitiga el riesgo de reiteración delictiva que trata de conjurarse, sino que lo potencia, más aún cuando el presidente que pretende designarlos ha exteriorizado su voluntad y determinación de impulsar la república independiente ilegalmente declarada».
Rull y Turull, que niegan su voluntad de reiterar en el delito, argumentaron en su recurso que si no cumplieran esta promesa el juez siempre podría volver a ordenar su ingreso en prisión.
Pero Llarena responde negativamente porque no está dispuesto a permitir los perjuicios que se derivarían del incumplimiento, incluida la posibilidad de que los dos exconsellers se fugaran.
Sobre este riesgo de fuga, el juez recuerda que la Sala de Apelaciones ya ha dejado dicho que la huida de los excompañeros de gabinete de los procesados constituye un precedente negativo para Rull y Turull y que ambos disponen de una estructura organizativa que los apoya, y de contactos internacionales.
Esos elementos «han permitido a quienes ya se han fugado mantener una apariencia de vida normalizada fuera de España», señala Llarena.
El instructor vuelve a recordar que Rull y Turull están procesados por haber formado parte de una trama de políticos secesionistas «que, desde su mayoría de escaños en el Parlamento, designaron un presidente del Gobierno de la Generalidad de Cataluña que ejecutara iniciativas legislativas de fragmentación territorial» contrarias a la Constitución, «buscando con ello forzar al Estado a aceptar la situación de hecho ilegalmente creada».
Turull y Rull impulsaron «la ejecución del plan de independencia, aprovechando para ello las funciones ejecutivas que, como consellers, tenían en el anterior Consejo de Gobierno de la Generalidad de Cataluña, hasta que fueron cesados con ocasión de la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española», recuerda el juez.