Tres voluntarios independentistas sufrieron heridas de carácter leve cuando varios encapuchados asaltaron un campo de cruces amarillas plantadas en la arena de la playa de Canet de Mar (Barcelona), y tras un breve enfrentamiento con los presentes retiraron toda la parafernalia de apoyo a los presos catalanes.
Los agentes se personaron hasta el lugar e identificaron a una treintena de personas. Este tema ha sido un campo abonado para el debate en las redes sociales, y el expresidente Carles Puigdemont ha expresado su enérgica «condena a estas agresiones del fascismo unionista».
Algunos sectores apuntaron que parte de los asaltantes son militantes o simpatizantes de Ciudadanos. Por su parte, desde la formación de Albert Rivera no se ha hecho mención alguna a esta cuestión y desde la plataforma Tabarnia lo desmienten.
La instalación de cruces amarillas se ha llevado a cabo en los últimos días en varios puntos del litoral catalán, y no ha sido una acción exenta de tensión.