El pleno del Parlament que investirá a Quim Torra como 131 presidente de la Generalitat ha empezado este lunes a las 10.35 con la intervención del diputado de JxCat, que no tiene límite de tiempo para dirigirse a la Cámara. Puede seguir aquí el discurso en directo.
Torra ha iniciado su discurso recordando a los políticos que se encuentran en prisión o en el exilio, así como a sus familiares, algunos presentes en el hemiciclo. También manifiesta que el presidente legítimo de Cataluña es Carles Puigdemont y que seguirá el mandato del referéndum del 1-O. «Un saludo a los familiares de los presos y de los exiliados que hoy nos acompañáis, por estar siempre y por vuestro coraje», ha dicho.
El diputado se enfrenta este lunes a la segunda votación del debate de investidura en el Parlament después de que la CUP haya decidido permitir su elección.
El diputado, que desgranada los objetivos marcados en cada área, ha iniciado su intervención advirtiendo también que «volveremos a proponer todas las leyes que el Tribunal Constitucional ha suspendido, algunas de ellas aprobadas por unanimidad, también con el voto del PP». Ha citado especialmente tres de las 16 leyes: la de cambio climático, la de pobreza energética y la de igualdad: «¿Alguien cree que estas leyes son para beneficiar solo a los independentistas? No, la república beneficia a los 7,5 millones de catalanes».
También ha opinado que «defender la república es defendernos a cada uno de nosotros». Torra se ha comprometido este lunes a acabar el despliegue de la Agencia Tributaria catalana y a un salario mínimo de 1.100 euros. Perseguirá la igualdad entre los catalanes, y ha asegurado que esta se construye a través de la «prosperidad económica basada en un modelo productivo».
Cincuenta minutos de discurso que ha concluido con un sonoro y extenso aplauso. El presidente del Parlament suspende en estos momentos el pleno durante quince minutos.
Durante el turno de intervención de los líderes de los distintos grupos parlamentarios, la CUP ha manifestado que apoya la investidura de Torra sólo como una «excepcionalidad antirrepresiva».