La Audiencia Nacional ha condenado a dos ciudadanos marroquíes a ocho años de cárcel cada uno por delito de adoctrinamiento terrorista, por incitar a la violencia mediante la difusión de abundante material en las redes sociales, y por radicalizar a dos jóvenes, una de las cuáles integraba previamente un grupo neonazi con estética 'skin'.
La Sección Primera de la Sala de lo Penal explica en sentencia de la que ha sido ponente el magistrado Nicolás Poveda que ha quedado acreditado que Tarik Aazane y Rachid el Founti almacenaron y difundieron más de 600 vídeos, comentarios e imágenes en las redes con un claro mensaje «antidemocrático, antioccidental y judeofóbico» de incitación al odio y a la violencia que justifica la yihad.
Según el tribunal, queda probada la radicalización que experimentaron a lo largo de 2016 tanto Aazane, que estaba suscrito a 63 canales islamistas, como el Founti. Según la Sala, las alusiones al Estado Islámico en las redes se hacen de manera repetida, ya sea elogiando su administración, sus logros en el campo militar y propagandístico o su legitimidad religiosa».
Explica también que los condenados intervinieron en la «islamización» de las dos jóvenes que habían sido compañeras de Tarik Aazane y dice que fue en 2016 cuando los Mossos d' Esquadra recibieron la comunicación de que dos mujeres jóvenes, españolas, residentes en las localidades catalanas de Torello y Roda de Ter habían adoptado costumbres del radicalismo religioso musulmán.
Envío de dinero a Siria
La sentencia incluye el testimonio que prestaron los agentes durante la vista oral celebrada en febrero en relación al padre de una de las dos jóvenes que manifestó su preocupación por la dependencia que tenía su hija de Tarik, lo cual le hacía sospechar que el acusado la estaba amenazando y por ese motivo ella había manifestado su disposición a morir por Alá. Uno de ellos incluso utilizó a esta mujer para realizar un envío de dinero a través de transferencias a Siria.
Las dos mujeres, según el tribunal, llegaron a realizar actos no sólo de significación religiosa islámica sino preparatorios de su adscripción violenta, formando parte del grupo de relación que mantiene Tarik con Rachid el Founti. Ellos, por su parte, expusieron durante el juicio que usurparon su identidad en la cuenta de Youtube y, en concreto Tarik apuntó que no recordaba haber colgado material yihadista en las redes ya que fumaba porros.