El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha admitido que «formalmente» no consta que el Govern destinara dinero público al 1-O, pero ha apuntado que hay muchas formas de malversar, como «falsificaciones o gastos camuflados», porque «de algún sitio han salido» los costes del referéndum.
En una entrevista que hoy publica La Vanguardia, Millo se refiere así al hecho de que el juez del Supremo Pablo Llarena, que investiga a los líderes del 'procés', haya pedido que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aclare en qué se basa para asegurar que el Govern no destinó dinero público al 1-O.
Según Millo, cuando Montoro hace esa afirmación «no habla de la causa judicial», sino que lo que dice es que «desde que él controla las finanzas de la Generalitat los recursos públicos están justificados en documentos oficiales conforme al presupuesto».
«Y, formalmente, no hay dinero dedicado a una ilegalidad como el referéndum», sostiene el delegado del Gobierno, que cree que «hay muchas maneras de malversar. Por ejemplo, se puede hacer una factura para comprar ordenadores y haber comprado las urnas, o falsificar una factura», añade.
En ese sentido, Enric Millo afirma que «si Hacienda tiene un documento firmado por el interventor de la Generalitat que dice que el dinero se ha gastado en aquello que estaba previsto, el ministro se tiene que fiar».
El delegado del Gobierno se muestra convencido de que «si en la contabilidad oficial no salen los gastos, de algún sitio han salido», y sostiene que «eso es lo que se tiene que investigar», aunque el Ministerio de Hacienda «no está para hacer investigaciones policiales ni judiciales».
Respecto a la posibilidad de que se actúe contra el Parlament por malversación si se querella contra el juez Llarena, Millo señala que el Gobierno está a la espera, «a ver si la Mesa reconsidera la decisión y rectifica», para evitar así «que nos veamos obligados a mantener la judicialización de la política».
En la entrevista, el delegado del Gobierno acusa al expresidente catalán Carles Puigdemont de buscar «mantener la situación bloqueada, el conflicto y la inestabilidad, que perjudica al conjunto de los catalanes para internacionalizar el conflicto», y le avisa de que «el Gobierno español puede seguir con el 155 el tiempo que haga falta».