El diputado del BNG Luís Bará ha roto un retrato del rey Felipe VI en el pleno del Parlamento gallego, durante la defensa de una iniciativa en contra de la interpretación «represiva» de los delitos de incitación al odio y enaltecimiento del terrorismo.
Bará, que fue alto cargo del Gobierno bipartito de PSdeG y Bloque, también reclamaba solicitar al Gobierno central la derogación de la ley de seguridad ciudadana, la conocida como 'ley mordaza'.
Ninguno de los dos puntos ha salido adelante ya que el PPdeG, grupo mayoritario en la Cámara, ha votado en contra. El PSOE gallego, que propuso una enmienda con la que pretendía que solo se demandase la derogación de la ley de seguridad ciudadana, ha apoyado este punto, pero ha votado en contra del primero.
En una intervención marcada por la colocación de una bandera 'estreleira' sobre la tribuna, el parlamentario del BNG ha defendido, mientras mostraba dos fotografías del rey, que romper «este retrato» no es un delito, sino una metáfora de lo que debe ser «el ABC de la democracia» y ha alegado que no la podía quemar por estar «en un espacio cerrado».
El nacionalista hacía referencia a principios como la libertad de expresión y el pluralismo, aludiendo a la condena a España por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en relación a los jóvenes catalanes Jaume Roura Capellera y Enric Stern Taulats.
La Audiencia Nacional había impuesto a estos dos jóvenes 15 meses de cárcel en 2008 por un delito de injurias a la Corona -una pena que fue sustituida por multa de 2.700 euros- por quemar una foto de los Reyes tras una manifestación en Girona y Estrasburgo terminó condenando a España por esto.
«El nuevo James Dean del nacionalismo»
En su turno, el popular Alberto Pazos ha llamado a Bará «el nuevo James Dean del nacionalismo gallego», a lo que este le replicó en el cierre que es «más de James Bond» y, «siguiendo con el símil cinematográfico», ha equiparado al diputado del PP con Danny DeVito.
Para Pazos, la propuesta del Bloque pretendía que «el legislativo imponga su criterio sobre el judicial», por lo que la ha rechazado, instando a los nacionalistas a «dejar trabajar a los tribunales».
Ante los «paripés» de Bará con las fotografías, además, el parlamentario del PP ha respondido con otra imagen, en la que salen retratados los miembros del BNG Noa Presas, Luís Bará y Rubén Cela con Arnaldo Otegi.
Alberto Pazos ha roto esta foto aseverando que «en un lado están los demócratas y de otro lado están los terroristas», tras lo que ha retado a Luís Bará a hacerlo él también: «Mientras no la rompa, no le admitimos ni una sola lección», ha resuelto.
«España un estado de escepción»
Por su parte, Bará ha tildado a España de «estado de excepción» y «autoritario», donde, según ha asegurado, «no hay separación de poderes ni garantías democráticas». «Son el ridículo y la desvergüenza en el mundo», ha sentenciado. «Se lo están diciendo todos los días», ha apostillado.
En esta línea, ha dicho a Pazos que los populares «pueden» acusarles «de lo que quieran», ya que «no les cree nadie». «El problema del Estado español es que no da la talla a nivel europeo, no está a la altura de los estados normalizados y consolidados. Están compitiendo con Turquía para ocupar los primeros puestos del ránking de estados que persiguen y reprimen derechos fundamentales», ha resuelto.
«Franquismo sociológico»
En representación de En Marea, que sí ha dado su respaldo a los dos puntos del texto, Carmen Santos ha cargado contra el «franquismo sociológico» que «habita» en las «bases electorales e ideológicas» del Partido Popular.
La líder de Podemos en Galicia también ha reivindicado la libertad de expresión en democracia, mientras achacaba «mano de hierro» a los populares, «sobre todo» cuando gobiernan en mayoría.
«Retroceso de libartades»
Mientras, la socialista Patricia Vilán ha visto «indudable que se vive en una época de retrocesos de libertades» y ha señalado en concreto a la ley de seguridad ciudadana como «el mejor ejemplo».
Sin embargo, en defensa de la «diferencia» entre los poderes del estado, ha resaltado que su grupo presentaba una enmienda -que no fue aceptada por el BNG- con la que limitaba el texto a la retirada de la conocida como 'ley mordaza'.