Felipe VI ha reivindicado la independencia e imparcialidad de los jueces, a los que ha trasladado su firme respaldo como «garantía última de los derechos y libertades» y «factor esencial para el respeto de la ley» en el marco de la Constitución.
El Rey ha arropado a la cúpula judicial en el acto de entrega de los despachos a la nueva promoción de jueces, que ha tenido lugar en el Auditori de Barcelona en un contexto de especial tensión entre la judicatura y el independentismo catalán a cuenta del procesamiento de los principales líderes secesionistas.
«Gozáis del respaldo de todos para que vuestra actuación responda fielmente a las expectativas depositadas en la labor de juez, como garantía última de los derechos y factor esencial para el respeto de la ley, como expresión democrática de la voluntad de los ciudadanos», ha proclamado don Felipe ante una cerrada ovación.
En un acto sin autoridades políticas para realzar la independencia de la justicia, han acompañado al Rey el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y el fiscal general del Estado, Julián Sánchez Melgar.
También la directora de la Escuela Judicial, Gema Espinosa, su esposo, el magistrado del Supremo e instructor de la causa por el 'procés', Pablo Llarena, y el jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferran López, a los que el Rey ha saludado al final del acto.
En plena polémica por la situación judicial en Alemania del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, el jefe del Estado no ha hecho ninguna referencia expresa al desafío independentista, pero sí ha puesto en valor en varias ocasiones la Constitución como «norma fundamental del ordenamiento jurídico».
También ha hecho hincapié en la «independencia, rectitud, imparcialidad y sólido sentido de la justicia» demostradas por los jueces, «sometidos únicamente al imperio de la ley».
«El Estado de derecho implica que la función de los jueces, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, ha de estar guiada por la tutela de los principios constitucionales», ha asegurado don Felipe.
Ante las banderas de España, Cataluña, la UE y todas las comunidades autónomas, ha enfatizado «la larga y sólida tradición de profesionalidad» de los magistrados como «servidores públicos que salvaguardan y garantizan los derechos y libertades de todos los ciudadanos».
Felipe VI ya presidió la entrega de diplomas en 2015, junto al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, y en 2016, con Puigdemont.
Lesmes ha agradecido el apoyo del Rey a los jueces, de quienes ha resaltado que «desde el más firme respecto a la legalidad» y con «la necesaria firmeza», están defendiendo el Estado de derecho «ante cualquier pretensión de menoscabarlo» en unos momentos «especialmente convulsos y complicados».
Tras convenir en la «imparcialidad» de los magistrados, el presidente del CGPJ ha incidido en que son «pieza fundamental» para «equilibrar los poderes del Estado» y garantizar «la paz social y la seguridad jurídica».
«Sois, por tanto, la voz de la ley cuando pronunciáis vuestras resoluciones, ley que, no lo olvidemos, expresa la voluntad de la mayoría en un Estado democrático como el nuestro», ha añadido Lesmes ante los 65 jueces de la nueva hornada -46 mujeres y 19 hombres-, de los que 17 van destinados a Cataluña.
Los mensajes los ha completado Espinosa, para quien los jueces deben ser independientes respecto a factores externos o de otros poderes del Estado, pero también a sus propias convicciones, experiencias personales y prejuicios.
La directora de la Escuela Judicial no ha hecho ninguna alusión a las amenazas e insultos que han recibido ella y su esposo en las redes sociales y en su segunda residencia por el proceso judicial a la cúpula del independentismo, que ha llevado a prisión provisional a dirigentes como Oriol Junqueras o Jordi Sánchez.
El único representante político en la ceremonia ha sido el titular de Justicia, Rafael Catalá, en su condición de ministro de jornada -el que acompaña a la Familia Real en actos oficiales-.
La de hoy es la segunda visita a Cataluña del Rey en lo que va de año y desde la votación ilegal del pasado 1 de octubre, después de que estuviera en Barcelona a finales de febrero en la inauguración del Mobile World Congress.
Ya entonces hubo algunas protestas a cargo de los llamados comités de defensa de la república, que se han vuelto a reproducir, aunque sin incidentes reseñables. Antes de que comenzara el acto, los Mossos desalojaron, sin cargar, a medio centenar de personas que se concentraron a las puertas del Auditori.