El candidato a la presidencia de la Generalitat, Jordi Turull, ha tendido la mano al Rey y al Gobierno para dialogar y, ante el anunciado bloqueo de la CUP, ha llamado a la unidad del soberanismo para «deshacerse de las garras del 155», sin hacer alusiones a la construcción de una república catalana.
Turull ha pronunciado un discurso de una hora en el inicio de una sesión de investidura marcada por el anuncio de la CUP de que se va abstener, lo que imposibilitará su elección hoy, en la víspera de la vistilla ante el Tribunal Supremo a la que debe acudir mañana y en la que se juega poder entrar de nuevo en prisión provisional.
Antes de esta cita, el candidato de Junts per Catalunya (JxCat) ha ofrecido «diálogo, diálogo y diálogo» al Estado para tratar de resolver el conflicto político en Cataluña, y ha remarcado que esta «mano tendida» va dirigida «al jefe del Estado y al del Gobierno».
Turull se ha preguntado en este contexto «por qué no tiene que ser posible el diálogo y la negociación» entre el presidente de la Generalitat que logre ser investido y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un diálogo «de Gobierno a Gobierno».
Según Turull, diálogo «no quiere decir debilidad ni renuncia», sino que es «la mejor manera para poder avanzar», pero «hasta ahora no se nos ha querido ni escuchar -ha dicho-», porque el Estado ha respondido con «amenazas» y «represión» al independentismo.
Ha defendido que solo «se avanza con diálogo y aceptación del mandato democrático surgido» en las urnas, tras la mayoría absoluta independentista del pasado 21-D, y ha añadido: «No hay alternativa democrática a la democracia misma, la alternativa a la democracia es la tiranía».
En su discurso, Turull no ha hecho referencias a la república catalana que los soberanistas pretenden construir, ni ha detallado ningún paso concreto para avanzar hacia el objetivo de la independencia, tras la declaración unilateral que él apoyo el pasado 27 de octubre.
Sí que ha recordado el referéndum ilegal del 1 de octubre al afirmar que aquella jornada los independentistas «vencieron en las urnas» y que ahora toca «corresponderlas y ser dignos» con el resultado.
Asimismo, ha subrayado que «la sonrisa es la más eficaz respuesta a los ataques, provocaciones y desprecios recibidos», único momento del discurso que se ha interrumpido por aplausos de la bancada soberanista.
Ante la abstención anunciada de la CUP que imposibilita su investidura, Turull ha lanzado un «mensaje de tranquilidad, seguridad y confianza» y ha llamado al soberanismo a ser «dignos del presente y a exigirnos lo que de nosotros solo depende -ha añadido-».
«Siendo leales a lo que Cataluña nos pide superaremos todas las dificultades por grandes que sean», ha continuado, y ha subrayado que «juntos» podrán deshacerse «de las garras del artículo 155 y abrir un futuro claro, limpio y brillante».
Antes de su comparecencia mañana en el Supremo, Turull ha asegurado que asume el «riesgo» de ser investido presidente de la Generalitat por «dignidad».
El candidato de JxCat ha tenido palabras de recuerdo hacia los soberanistas presos o que se han ido de España para evitar ser detenidos, y ha subrayado que asume «el encargo» de la investidura «con todas las consecuencias».
Turull ha explicado que «muchas voces» le han recomendado estos días que, «visto cómo las gasta» el Estado con los independentistas, pensara en él y en su familia, asumiendo un «riesgo cero» y renunciando al reto de ser investido, justo antes de acudir mañana a la vistilla del TS: «Prefiero el riesgo de ser víctima de la injusticia que desentenderme de un momento como el actual».
El candidato ha cambiado del catalán al castellano para lanzar un mensaje al conjunto de España, con el fin de recalcar que el proceso soberanista no tiene «ni el más leve atisbo de ir contra nadie».
Ha incidido en que Cataluña es un «pueblo pacífico, con las urnas como únicas armas», que ha sufrido a su juicio una «represión», de la que «para nada es responsable el pueblo español», porque «sabemos distinguir el pueblo español de sus gobernantes», ha apostillado.
También ha pronunciado unas palabras en aranés para reivindicar los derechos lingüísticos de la comarca de la Vall d'Aran.
En su discurso, Turull ha desgranado diversas propuestas que hará su Govern si es investido y puede ejercer, con los siguientes ejes: la restauración de las instituciones y acabar con el 155; el progreso social para «un solo pueblo"; la prosperidad económica basada en la emprendeduría y no la especulación; la proyección exterior; y la gobernanza compartida con agentes económicos y sociales.
Ha hecho una defensa del modelo lingüístico catalán, ha garantizado la gestión pública de Aigües Ter Llobregat, y un mecanismo catalán de lucha contra la corrupción.