La senadora de Unidos Podemos en silla de ruedas cuyo asistente votó en el Pleno de este miércoles en su lugar desconocía que pudiera delegar el voto en otra persona, han asegurado desde la dirección del grupo parlamentario. El partido morado analizará este episodio en la Ejecutiva por si procede tomar alguna medida.
Fuentes de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea del Senado han asegurado a Europa Press que no entran a valorar si el voto fue imprudencia de la parlamentaria o de su asistente, ya que entienden que esta circunstancia «no debería haber pasado» en ningún caso.
Añaden que desde la dirección del grupo se habló con Virginia Felipe tras lo ocurrido para trasladarle la gravedad del episodio y ella respondió «agobiada» que no sabía que estuviera prohibida esta delegación del voto.
«No sabía que no se podía hacer eso, lo desconocía y se disculpó de todas las maneras posibles», han explicado estas fuentes. E informan de que el asunto ha sido puesto en manos de la Ejecutiva nacional de Podemos para que lo estudie y, en su caso, tome alguna medida.
La senadora Virginia Felipe ha asegurado por su parte a Europa Press que ofrecerá una rueda de prensa en los próximos días para explicar las circunstancias de este caso. Además, señala que se reunirá este viernes con expertos en discapacidad y que entiende que los derechos que le asisten y las complicaciones de su vida diaria deben quedar por delante de los reglamentos parlamentarios.
Desde el grupo de Unidos Podemos en la Cámara Alta inciden en que la senadora está acostumbrada a que sus ayudantes, en alguna ocasión, firmen algún documento estando ella presente, dada la discapacidad que sufre, por lo que no dio importancia a que pulsaran el botón de la votación por ella. Se da la circunstancia sin embargo de que Virginia Felipe no estaba en este caso delante, ni siquiera en el hemiciclo, porque no llegó a tiempo.
Virginia Felipe tiene dos personas siempre a su lado para ayudarla en todo lo que tenga que hacer y la acompañan también cuando está trabajando dentro del hemiciclo. Es decir, permanecen junto ella cuando vota, pero es la senadora la que aprieta el botón mediante un sistema adaptado a su discapacidad que ha instalado el Senado en su escaño.
El voto de los parlamentarios es personal y tampoco nadie que no sea senador puede permanecer en el hemiciclo en el momento de las votaciones: la Mesa da un tiempo para acudir al escaño y cierra después las puertas del Salón de Plenos, que no se vuelven a abrir hasta que concluye la votación.
La senadora no llegó al escaño y ni siquiera entró en el hemiciclo cuando el presidente de la Cámara, Pío García-Escudero, ordenó que se cerraran las puertas. Se votaba una moción del PP, con mayoría absoluta en la Cámara, por lo que la iniciativa iba a salir adelante de todas maneras, al margen de la posición del resto de partidos. La Mesa del Senado revisará en su reunión del próximo martes el caso.