El Rey ha agradecido a los nuevos diplomáticos que hayan elegido «la noble tarea de servir a España», un «privilegio» que les llevará a «superar muchos obstáculos», y les ha pedido: «Sed siempre leales a vuestro país», a las órdenes del Gobierno que en cada momento marque la política exterior.
«Bienvenidos al Estado» han sido las primeras palabras que ha dedicado Felipe VI a los 19 integrantes de la LXIX promoción de la carrera diplomática, tras hacerles entrega de sus despachos como nuevos secretarios de embajada en un acto celebrado en la Escuela Diplomática y en el que ha participado el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis.
Después de agradecer la felicitación que le había dirigido desde la tribuna el director de la Escuela, Ramón Gil-Casares, por los 50 años que cumple mañana, don Felipe ha manifestado su gratitud a los nuevos diplomáticos por haber consagrado su talento a la «noble» y «difícil» tarea de defender los intereses «de todos los españoles» en «un escenario cada vez más complicado y cambiante».
«Sed siempre leales a vuestro país en vuestro quehacer diario, a las órdenes del Gobierno que democráticamente esté llamado en cada momento a dirigir la política exterior, con sentido de Estado y siempre con la máxima diligencia y profesionalidad», ha insistido el Monarca, convencido de que serán «muy conscientes» de su obligación de proyectar la «mejor imagen» de España.
Una imagen del país que debe quedar definida por «la defensa de los principios y valores» que, «como servidores públicos en cumplimiento del mandato constitucional, estamos siempre llamados a defender y promover», ha precisado.
«Entráis hoy a formar parte de una carrera diplomática que, demostrando un gran sentido de Estado y un encomiable espíritu de servicio, ha contribuido de forma decisiva a garantizar para España el relevante papel que merece y que ocupa en la comunidad internacional», ha subrayado asimismo el jefe del Estado.
Además de animarles a perseverar en su formación para adaptarse a «un mundo de cambio acelerado», don Felipe les ha advertido de que pronto comprobarán que la vida del «servidor público» no es ajena a «sinsabores y renuncias», si bien, en compensación, tendrán «el privilegio de representar a España».
Tras desearles una carrera llena de éxitos profesionales «en beneficio de España y de los españoles», ha confiado en que sientan siempre cerca «el reconocimiento y el apoyo de toda la nación» y les ha garantizado que él siempre estará a su lado.
En una intervención previa, Dastis ha recomendado a los nuevos diplomáticos «flexibilidad, perseverancia, ilusión, sentido del deber, una mente abierta» y también «entereza» ante las dificultades para ejercer su labor de defender «los superiores intereses de España en un mundo complejo y cambiante».
Además de recalcar que cuenta con ellos para contribuir a proyectar «la mejor imagen posible» del país, el ministro les ha recordado que, en su carrera, tendrán oportunidad de desempeñar funciones tan diversas como negociar, prestar asistencia o informar sobre «crisis o revoluciones», punto en el que se ha ganado la sonrisa de los asistentes al apostillar: «No en España, espero».
También tendrán ocasión de proteger los intereses de las empresas e instituciones españolas, «siempre encarnando y proyectando valores que inspiran nuestro orden constitucional y sin olvidar que el diplomático representa a España», ha resaltado Dastis.