La clase política ha rendido homenaje este martes al expresidente del Congreso, Manuel Marín, por cuya capilla ardiente ha habido a lo largo del día un desfile de autoridades, entre las que no ha faltado el rey Felipe VI, el Gobierno y los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
La capilla ardiente con los restos mortales de Marín, fallecido ayer a los 68 años, quedaba abierta a las dos de la tarde en el solemne Salón de Pasos Perdidos del Congreso, donde se ha colocado el féretro flanqueado y cubierto con las banderas de España y de la UE, con tres rosas rojas y junto a una fotografía del veterano socialista en un atril rodeado de coronas de flores.
Faltaban pocos minutos para las siete de la tarde cuando el féretro ha abandonado el Congreso igual que llegaba, a hombros de seis agentes de la Policía destinados en la Comisaría de la Cámara Baja y despedido con aplausos.
Durante toda la tarde representantes de las fuerzas políticas y de instituciones del Estado han visitado la capilla ardiente para trasladar sus condolencias a la familia y amigos y dar su último adiós a quien hoy todos, incluido el Rey, recordaban como «Manolo».
«Que descanses en paz, Manolo, y gracias por tanto», es la frase con la que Felipe VI ha cerrado la dedicatoria que ha escrito en el libro de condolencias de Marín, tras definirle como un «hombre de Estado», «gran político y servidor público, siempre defendiendo con pasión el interés general de los españoles y la vocación europea de España».
El jefe del Estado llegaba al Congreso poco después de las cinco de la tarde y, tras dar el pésame a la viuda, Carmen Ortiz, y a las hijas de Marín, se marchaba media hora después despedido con un «viva el Rey, viva España» de los transeúntes que curioseaban en la carrera de San Jerónimo.
Pocos minutos antes de las siete ha sido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien se ha acercado hasta la Cámara Baja para despedirse y rendir homenaje a Marín.
«Hoy estoy triste, pero al mismo tiempo veo que alguien deja un ejemplo muy bueno para el futuro», afirmaba Rajoy tras elogiar a Marín como un «gran europeísta», «una gran persona y un gran político» capaz de defender los intereses de su país «por encima de cualquier otra consideración».
La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo; o el de Justicia, Rafaél Catalá, han sido otros miembros del Gobierno que han visitado la capilla ardiente, aunque la atención estaba hoy en la familia socialista, que decía adiós a uno de sus más destacados miembros.
Tanto que el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra lamentaba que «en España no se haya valorado como se merece» a «uno de los grandes» y contaba a los periodistas que fue Manuel Marín quien le ayudó hace décadas a salvar la crisis interna del partido.
«Siempre le decía: 'Yo soy tu jefe orgánico, pero tú eres mi jefe en ideas'», porque las tenía, muchas y «magníficas», ha confesado Guerra, uno de los históricos socialistas que trabajó codo a codo con Marín.
En la capilla ardiente han estado también Javier Solana, Joaquín Almunia, Carlos Solchaga, Elena Salgado, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, Pedro Solbes, José Luis Corcuera, Emiliano García Page, José Enrique Serrano, Juan José Laborda, Juan Manuel Eguiagaray y otros muchos socialistas que compartieron vida y política con Marín.
Entre ellos, los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, quien se alegraba de este «reconocimiento general» a un «gran servidor público, íntegro, honesto», «un profundo europeísta y español entero, de la generación de la democracia».
Y entre el nuevo socialismo ha sido el actual secretario general, Pedro Sánchez, quien tras visitar la capilla ardiente destacaba su «compromiso político, sus convicciones democráticas y su vocación de servicio público».
Una vocación, ha dicho Sánchez, que Marín demostró tanto en su labor como presidente de la Cámara Baja, de 2004 a 2008, como en la vicepresidencia de la Comisión Europea entre 1985 y 1999.
A los reconocimientos a Marín se han unido también los de quienes como él fueron expresidentes del Congreso: Landelino Lavilla (PSOE), Federico Trillo (PP), Luisa Fernanda Rudi (PP), José Bono (PSOE), o Jesús Posada (PP).
La actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, como anfitriona; el presidente del Senado, Pío García Escudero; el presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes; y uno de los padres de la Constitución, José Pedro Pérez-Llorca, han sido otras autoridades presentes en la capilla ardiente, en la que ha habido una mínima representación de Podemos y Ciudadanos.