Los 33 trabajadores de las delegaciones de la Generalitat en el exterior han sido despedidos, después de que la Conselleria de Relaciones Exteriores haya optado por no reubicarlos en otros departamentos, según fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
Las fuentes han señalado que, en el proceso de cierre de estas oficinas, se pidió a la Conselleria que reubicase a los trabajadores que no eran personal directivo, por ejemplo en las oficinas comerciales (ACCIÓ) o en el Instituto Ramon Llull, y se les dio de plazo hasta el 28 de noviembre.
Sin embargo, los trabajadores no han sido reubicados y el número dos de la Conselleria, Aleix Villatoro, ha sido el encargado de firmar los ceses, según las mismas fuentes.
El cierre de las delegaciones de la Generalitat en el exterior o decidió el Gobierno el pasado 27 de octubre, en el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución para restituir la legalidad en Cataluña tras la declaración de independencia. El Ejecutivo dejó abierta la de Bruselas, pero cesó al delegado, Amadeu Altafaj.
Las primeras en ser cerradas fueron las de Viena, Ginebra, Roma y Lisboa, que solo tenían actividad política. Tras el cese del consejero, Raül Romeva, junto con el resto del Govern, el siguiente en el escalafón es el secretario general, Aleix Villatoro, que es ahora el interlocutor de Juan Fernández Trigo, el diplomático que el Ministerio de Asuntos Exteriores ha enviado a Cataluña para coordinar el control de la Conselleria y evaluar la situación sobre el terreno.