Los vehículos sin etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) -los más contaminantes- que circulen por la zona de bajas emisiones de Barcelona cuando lo tengan prohibido por episodios de contaminación desde el 1 de diciembre recibirán una sanción de 100 euros, que será de 50 si se paga al momento y que no podrá implicar la inmovilización del coche.
La teniente de alcalde de Ecología de Barcelona, Janet Sanz, ha explicado en declaraciones a los medios este martes que la Guardia Urbana desplegará un operativo extraordinario cuando la Generalitat declare un episodio de contaminación, con un refuerzo de 48 patrullas que se centrarán en esta tarea y se ubicarán principalmente en las rondas.
Además, todos los agentes de la Guardia Urbana estarán informados de las restricciones y podrán sancionar a vehículos que circulen si lo tienen prohibido, algo que harán comprobando su matrícula, ya que los conductores no están obligados a llevar visible la etiqueta ambiental de la DGT aunque dispongan de ella.
El Ayuntamiento prevé que en el futuro este control de matrículas para comprobar si los vehículos pueden circular se haga a mediante un sistema automático de cámaras, algo que implicará una inversión de 1,5 millones de euros y que estará operativo antes de 2020, cuando se restringirá la circulación de los vehículos sin etiqueta aunque no haya episodio de contaminación.
Sanz ha destacado que el objetivo del Ayuntamiento no es sancionar, sino que todos los ciudadanos se impliquen en la batalla contra la contaminación, porque es por la salud de todos: «Hoy ir con un vehículo privado contaminante nos mata», ha advertido junto al gerente de Movilidad, Manuel Valdés.
Los vehículos sin etiqueta que no podrán circular son turismos diesel anteriores a 2006 y de gasolina de antes del 2000, y las furgonetas anteriores a 1994, y quedan exentos por el momento las motos, los camiones, autobuses, autocares, vehículos de emergencias, servicios esenciales y vehículos de personas con movilidad reducida.
No podrán circular por la zona de bajas emisiones (ZBE) del ámbito de las rondas de Barcelona, que incluye 95 kilómetros cuadrados con toda Barcelona -excepto la Zona Franca; Vallvidrera, Tibidabo y Les Planes, y las propias rondas-; L'Hospitalet de Llobregat; Sant Adrià de Besòs, y las áreas de Cornellà y Esplugues de Llobregat entre rondas.
En concreto, estos vehículos tendrán prohibido circular de lunes a viernes entre las 7.00 y las 20.00 horas cuando la Generalitat declare un episodio de contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno (NO2), que se producen entre dos y tres veces al año, mientras que desde 2020 la restricción será permanente.
Cuando se produzcan estas restricciones, se subirá el precio de las zonas azul y verde en Barcelona -dos euros más cada hora-, se reforzará el transporte público cerca de un 10% y se pondrá a disposición de los usuarios la T-Aire, con dos viajes de transporte público por 1,80 euros para una zona, con un precio inferior al de una tarjeta T-10 por trayecto.
Sanz ha explicado que todos los barceloneses recibirán una carta informando de las medidas, y ha destacado la importancia de la coordinación con la Generalitat y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) en este asunto, porque las restricciones de tráfico afectan a muchos ciudadanos que no viven en Barcelona pero sí circulan por la ciudad.