El expresidente del Gobierno José María Aznar ha admitido este martes que le cuesta «reconocer» al PP y ha agregado que no se ha distanciado de su formación sino que «a lo mejor» es el partido el que se ha distanciado de él. Además, se ha mostrado partidario de que los mandatos duren ocho años.
«Yo creo que dos mandatos son suficientes, no digo que sea una norma. Lo mío fue una decisión personal de la que no me arrepiento. De otras, puede, pero de esa, no. Cada uno tiene que ver lo que hace y el momento histórico», ha declarado Aznar, al ser preguntado expresamente si cree que Mariano Rajoy debería dejarlo a los ocho años.
En una entrevista en el número de noviembre de la revista valenciana 'Plaza', que ha recogido Europa Press, el exjefe del Ejecutivo ha subrayado que antes en el centroderecha el PP era «hegemónico» y ahora comparte ese espacio con Ciudadanos, algo que es «importante» para sus aspiraciones electorales.
Aznar ha rechazado que se proponga fundar un nuevo partido, aunque ha desvelado que se lo proponen «todos los días». Preguntado a qué obedeció su distanciamiento del PP, ha respondido que no se ha distanciado sino que «a lo mejor» se ha distanciado el Partido Popular de él. Sí que ha reconocido que FAES es «ahora totalmente independiente» y que está «muy contento» de que no haya «ninguna vinculación con ningún partido político».
SER «CONTUNDENTE» ANTE LOS CASOS DE CORRUPCIÓN
Aznar ha asegurado que Rita Barberá fue una «excelente alcaldesa» de Valencia y ha agregado que le dio «mucha pena» que viviese situaciones «injustas y de profunda soledad». Ante el hecho de que Génova no actúe igual ante todos los casos de presunta corrupción, ha recordado que él no tiene «ninguna responsabilidad» porque solo es un afiliado del PP, «por el momento».
Preguntado entonces si ha pensado en dejar de ser afiliado, el expresidente del Gobierno ha respondido: «No, de momento no tengo... Si soy el fundador... o cuasi fundador. El PP se refunda en el año 90, realmente, y ahora tengo que hacer esfuerzos para reconocerlo».
Ante los casos de corrupción que afectan al partido, como el caso Gürtel o Bárcenas, ha recordado que cuando él se tuvo que enfrentar a situaciones de ese tipo tuvo una manera de actuar «muy contundente». «Eso hay que combatirlo con autoridad moral, con la ley y con transparencia y, naturalmente, corregir todo tipo de actitudes que estén al margen de la ley o sean éticamente reprobables», ha apuntado.
El expresidente ha confesado que no mantiene «ningún tipo de relación» con Francisco Camps y ha agregado que por Eduardo Zaplana sí que tiene «un gran respeto» y, de hecho, es patrono de FAES. En su opinión, la historia del PP en la Comunidad Valenciana y de desarrollo de esta región «no se puede explicar sin algunas personas, y una de ellas es Zaplana».
LA CRISIS EN CATALUÑA
Ante la crisis abierta en Cataluña, Aznar ha señalado que ha habido una parte «muy importante del nacionalismo catalán que se ha convertido al independentismo, que ha dado un golpe de Estado y ha organizado un proceso de secesión». «La responsabilidad recae únicamente en los que han roto el pacto constitucional y han organizado este proceso», ha dicho.
En cuanto a si ve oportuno que Mariano Rajoy esté dispuesto a abrir el debate sobre la reforma constitucional, Aznar considera que «como en todos esos procesos, depende de para qué». A su entender, en un momento en el que se cuestionan los pactos constitucionales y la misma Constitución, «que se quiere destruir», no le parece «la mejor de las circunstancias».
Según el presidente de FAES, la política no consiste en «hacer lo que sea necesario para intentar que los secesionistas dejen de serlo» porque «no van a dejar de serlo». De lo que se trata, ha proseguido, es de que «la inmensa mayoría de españoles se sienta tranquila y segura bajo el orden constitucional».
NO REFORMARLA PARA «SATISFACER A LOS SECESIONISTAS»
Por eso, ha insistido en que no se puede abrir ese debate para «satisfacer» a los secesionistas sino para «para reafirmar la igualdad de los españoles, la cohesión del país, los principios constitucionales, la solidaridad entre regiones, la ley, el Estado de Eerecho».
En este sentido, ha indicado que «puede venir bien» la comisión territorial que arranca este miércoles en el Congreso si sirve para «aprender de lo que ha ocurrido, para mantener las cosas buenas que se han producido, que son muchas, y para corregir los desajustes».
Ante el hecho de que algunos presidentes autonómicos, como Ximo Puig, propongan un Estado federal en el que el denominador común sea la igualdad de derechos de todos los españoles, Aznar ha subrayado que el Estado federal «no es el bálsamo de Fierabrás». En su opinión, no necesitan un Estado federal, sino que se respeten la ley y el orden constitucional.
En cuanto al hecho de que en algunos documentos de FAES se defienda que el Gobierno central recupere competencias, ha explicado que la fundación que preside apuesta por una reforma en el sentido de garantizar que no se pueda repetir «sin consecuencias» un proceso como el que se ha producido en Cataluña. «Si hay que reforzar los elementos de cohesión del Estado y de la nación, pues habrá que reforzarlos. Del Estado de las Autonomías hay que aprender de lo bueno, que ha sido la mayor parte, pero también de lo malo», ha dicho.
Es más, ha agregado que una de las cosas que necesita España es «más Estado, más elementos de garantía de igualdad de los ciudadanos, de estabilidad». «No tenemos un problema territorial; los que tienen un problema son los secesionistas catalanes y lo que hay que ver no es cómo satisfacerles, sino cómo garantizar el orden constitucional», ha puntualizado.
Ante el hecho de que haya presidentes autonómicos que pidan suprimir los conciertos vasco y navarro por considerarlos un privilegio, Aznar ha dicho que podrán gustar «más o menos» pero forman parte de los pactos de la Transición y de un proceso histórico que aceptaron en su día, por lo que «no los pondría sobre la mesa en este momento». A su entender, los conciertos no son un problema de orden constitucional y hay que respetarlos.
Tras asegurar que España es uno de los países «más descentralizados de Europa», ha recordado que en Alemania acaban de reformar la Constitución para garantizar las competencias del gobierno federal, que se «habían debilitado, y no les va mal». «A veces, hay que hacer esas cosas. Establecer los elementos que garanticen la libertad, la igualdad, la solidaridad entre los españoles me parece esencial, porque el desafío pone en riesgo la continuidad histórica de España y del orden constitucional», ha afirmado.
EL POPULISMO Y LA GUERRA DE IRAK
En cuanto al populismo, ha dicho que es el «gran riesgo» de este tiempo, junto al nacionalismo. «Las actitudes políticas del populismo son generales en todo el mundo, y otra cosa es que haya fuerzas políticas populistas que quieran destruir el sistema o la democracia, como el caso de Venezuela o, aquí, el de Podemos», ha afirmado, para advertir de que en Europa hay un «desmoronamiento de los partidos centrales», lo que ha calificado de «fenómeno preocupante».
Preguntado por los costes que tuvo la guerra de Irak, ha reconocido que «los tuvo», pero ha asegurado que «con Hussein sería todavía peor». «Pero lo que vivimos ahora no es consecuencia de la guerra, sino de acciones y errores posteriores», ha puntualizado. Además, y en alusión a la foto de las Azores, ha dicho que no se va a mover porque, a su juicio, defendió «el interés nacional de España».