El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido, ante el aviso de la UE de que la situación en Cataluña podría afectar al crecimiento de España, que eso puede ocurrir, pero ha confiado en que las elecciones del 21 de diciembre aporten tranquilidad y eviten que se confirme esa posibilidad.
Rajoy, en declaraciones a los periodistas en Salamanca, se ha referido de esta forma a las previsiones macroeconómicas para España hechas públicas hoy por la Comisión Europea.
La Comisión ha mejorado sus previsiones de crecimiento para España hasta el 3,1 % en 2017 y hasta el 2,5 % en 2018, pero ha advertido de que existe el riesgo de que los «futuros desarrollos» en la crisis de Cataluña tengan un impacto sobre el crecimiento de la economía que todavía no puede calcular.
El jefe del Ejecutivo, que ha acompañado al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, en su investidura como doctor honoris causa de la Universidad de Salamanca, ha destacado que la UE haya aumentado las previsiones de crecimiento españolas
Ha recordado asimismo que las previsiones del Gobierno son similares, ya que coincide en la de este año aunque ha bajado del 2,6 al 2,3 la de 2018 previendo los problemas que pueda generar la situación en Cataluña.
Como ejemplo de ella ha puesto la «mala noticia» del abandono de empresas y algunos datos que se van conociendo relativos al turismo o al comercio.
«Podría ocurrir efectivamente que el año que viene esto obligara a rebajar la previsión de crecimiento», ha admitido.
Pero ha subrayado que el gran objetivo nacional es que tras las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña se normalice la situación y se entre en una etapa de tranquilidad en la que se recupere la convivencia.
Y espera que eso permita que la economía continúe con su ritmo de crecimiento de los últimos años.
Rajoy se ha referido a los datos de empleo y afiliación a la Seguridad Social del mes de octubre para evidenciar la repercusión que están teniendo en Cataluña todos los acontecimientos derivados de la apuesta independentista.
«Eso no es bueno para Cataluña ni es bueno para el conjunto de España, y ese es el reto que tenemos todos por delante», ha señalado antes de expresar su deseo de que las empresas puedan seguir generando bienestar y riqueza a los catalanes y a todos los españoles.