La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha interpretado este jueves la suspensión del pleno de la cámara catalana previsto para el lunes por parte del Tribunal Constitucional (TC) como un «rechazo» a la oferta de «diálogo» lanzada desde una parte del independentismo catalán.
El Tribunal Constitucional (TC) ha suspendido cautelarmente el pleno del Parlament previsto para el lunes al admitir el recurso de amparo que presentó el PSC con el argumento de que si dicho pleno declarase la independencia se produciría un quebrantamiento de la Constitución y una «aniquilación» de los derechos de los diputados.
La presidenta del Parlament ha ironizado en su cuenta de Twitter sobre el hecho de que el pleno fue aprobado ayer por la Junta de Portavoces pero aún no había sido convocado formalmente y comunicado a los diputados: «Suspender plenos que no están ni convocados es la nueva oferta de diálogo...».
Fuentes de la presidencia del Parlament han criticado sobre todo que la convocatoria del pleno aún no había sido formulada oficialmente, lo que «demuestra de nuevo que (el TC) es un tribunal politizado y absolutamente deslegitimado».
«El objetivo de la presidenta y de la mayoría de la Mesa -han añadido las mismas fuentes- es garantizar y preservar la libertad de expresión y el derecho de iniciativa de los diputados», algo que «han hecho siempre y así lo continuarán haciendo».
Desde el Govern, el conseller de la Presidencia, Jordi Turull, se ha referido en su perfil de Twitter a la suspensión del pleno al apuntar, en tono jocoso, que «no está ni convocado, y al menos un servidor no ha recibido ni convocatoria, ¡qué eficacia!».
Otro conseller, el de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, afirma: «un tribunal politizado prohíbe preventivamente que un Parlamento se reúna porque deduce que pasará algo no escrito en el orden del día».