La CUP ha abogado este sábado de forma clara por convocar «una huelga general en Cataluña el 3 de octubre» en defensa de «la nueva república catalana» y también de «la democracia», para dejar atrás, han precisado sus diputados, «este estado de excepción encubierto que ya sufrimos».
En el acto central de la CUP de su campaña en favor del 'sí' a la independencia el 1-O, realizado en la plaza de la Plana de Badalona (Barcelona) ante un millar de personas, la portavoz de la CUP en el Parlament, Anna Gabriel, ha criticado la reacción del Estado español contra la convocatoria del referéndum.
Según Anna Gabriel, «para construir la nueva república vamos a una huelga general el 3 de octubre», y la también diputada Mireia Boya ha precisado que si esta huelga se propone para el día 3 «es porque quizás el día 2 estemos aún de resaca celebrando la victoria».
«En este país -ha indicado- hemos decidido clamar de nuevo por la libertad y la fraternidad y es que, cuando se niega la palabra de un pueblo, este se convierte en una masa amordazada que busca la libertad, la justicia y los derechos democráticos».
«Somos conscientes de lo que es un golpe de estado y perder una guerra, -ha dicho- pero hemos decidido que esta guerra la queremos ganar» porque «tenemos ganas de superar el miedo de forma colectiva, construyendo un nuevo país sobre bases de respeto y solidaridad».
Anna Gabriel ha subrayado que «la lucha por los derechos básicos se extiende» y va mucho más allá que las instituciones o los partidos, «y esto lo vemos en la solidaridad expresada en los últimos días por los estibadores portuarios, los bomberos, los estudiantes universitarios y los payeses que avanzan desde muchos puntos de Cataluña con sus tractores».
Boya, por su parte, ha advertido «al Gobierno del PP y a su fiscalía» que «si creen que poniendo un mando militar fascista encima de los Mossos así nos van a vencer, les decimos que son unos ilusos, ya que este pueblo quiere conseguir su plena soberanía».
Según esta diputada de la CUP, ahora mismo «ya no existe ninguna posibilidad de pacto ni diálogo: «Nosotros no dialogamos con la represión, con los que nos detienen por motivos políticos, y registran locales y fábricas, ni con los que intervienen las finanzas de la Generalitat o los Mossos d'Esquadra», ha dicho.
El diputado Benet Salellas ha advertido que «ante este estado de excepción no declarado que ya tenemos encima sólo hay una vía, que es la de votar y avanzar hasta la consecución de la nueva república».
El político gallego Xosé Manuel Beiras ha considerado que «lo que ocurre es la fase final del proceso de conquista de la libertad del pueblo de Cataluña», y ha pedido al pueblo catalán «que se rebele contra este estado de excepción encubierto».
Jaime Pastor, cofundador de Podemos en Madrid, ha recalcado que «la lucha por la autodeterminación es también por las libertades y la democracia, para romper con el régimen del 78».
Javier García, del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), ha explicado que «nuestro brazo político es la CUP, estamos muy pendientes de vosotros», mientras que el alcalde de Marinaleda, José Manuel Sánchez Gordillo, ha indicado que «la lucha nacional de un pueblo por su soberanía es internacionalista».
Miren Zabaleta, de la organización vasca Sortu-Euskal Herria, se ha mostrado convencida de que los catalanes «van a tener en pocos días una república independiente», y ha explicado que en Euskadi «hay mucha gente que quiere colocar esteladas en sus balcones y, como no hay en las tiendas, se las fabrican de forma casera».