El Rey ha garantizado que la Constitución «prevalecerá sobre cualquier quiebra» de la «convivencia en democracia» y que «los derechos que pertenecen a todos los españoles serán preservados» frente a «quienes se sitúan fuera de la legalidad constitucional y estatutaria».
El jefe del Estado ha dado comienzo así al discurso con que ha clausurado en la catedral de Cuenca, acompañado por doña Letizia, la ceremonia de entrega de los Premios Nacionales de Cultura 2016, en su primera intervención pública desde que el Parlamento de Cataluña aprobó la ley del referéndum con el fin de amparar la votación sobre la independencia anunciada por la Generalitat para el 1 de octubre.
La «convivencia democrática» alcanzada en España «después de muchos sacrificios» y gracias «a la generosidad de todos» solo es posible «si las leyes que la regulan y organizan son atendidas y cumplidas por los ciudadanos y por las instituciones; si los derechos y libertades de los ciudadanos son tutelados y respetados por los poderes públicos», ha advertido Felipe VI.
«Por eso, ante quienes se sitúan fuera de la legalidad constitucional y estatutaria y fracturan la sociedad, estoy seguro de que los derechos que pertenecen a todos los españoles serán preservados y de que las libertades de todos los ciudadanos serán garantizadas y protegidas», ha continuado el Monarca.
«Como ya he tenido ocasión de afirmar -ha recalcado-, la Constitución prevalecerá sobre cualquier quiebra de esa convivencia en democracia que es, ha sido y será base de nuestra vida en común en libertad, fundamento de nuestro progreso y pilar esencial de nuestra pertenencia a la Unión Europea».
«Permítanme que comience mis palabras haciendo referencia a la situación que estamos viviendo en Cataluña», ha sido la forma elegida por el Rey para dar inicio a este mensaje, en el que ha argumentado: la cultura necesita libertad para expresarse, «una libertad que costó mucho a los españoles conseguir -ustedes lo saben bien- y que hizo posible nuestro anhelo común de convivir en democracia».
Ha subrayado por tanto que esa «convivencia democrática» fue «un gran triunfo colectivo que es irrenunciable», así como «el fruto de un deseo profundo, intenso y sentido por cada uno de los españoles; y una aspiración alcanzada después de muchos sacrificios y esfuerzos y gracias al compromiso y la generosidad de todos».
«Y esa convivencia, en una democracia constitucional como la nuestra, solo es posible si las leyes que la regulan y organizan son atendidas y cumplidas por los ciudadanos y por las instituciones», ha insistido el jefe del Estado.