El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha pedido este sábado a los ayuntamientos que valoren, conjuntamente con las juntas locales de seguridad, la colocación de bolardos o de grandes maceteros en lugares concurridos.
Así lo ha recomendado el titular de Interior durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la mesa de evaluación de la alerta terrorista, cuyo nivel se ha mantenido en 4, pero con refuerzos en varios aspectos.
Al ser preguntado si durante el encuentro se planteó la necesidad de colocar este tipo de barreras para impedir que los terroristas vuelvan a invadir zonas peatonales como han hecho en el atentado de Barcelona, Zoido no ha querido precisar si lo habían tratado.
Pero sí ha aprovechado para recordar que hubo «algunas recomendaciones» por parte de la Policía Nacional a través de las Jefaturas superiores de Policía para que los ayuntamientos colocaran este tipo de obstáculos.
El oficio de la Comisaría General de Seguridad fue remitido el pasado 20 de diciembre a los jefes superiores urgiendo la convocatoria de las Juntas Locales de Seguridad o las Comisiones de Coordinación para abordar las «medidas de protección física que impidan ataques similares» a los llevados a cabo con camiones de gran tonelaje en Niza o en Berlín.
Este oficio, al que tuvo acceso Europa Press, decía: «La protección de estos espacios públicos se debería llevar a cabo por los ayuntamientos mediante la instalación provisional de grandes maceteros o bolardos en los accesos para dificultar o impedir la entrada de vehículos, permitiendo únicamente el acceso controlado de los que estén debidamente autorizados».
Concretamente, se pedía extremar la vigilancia en «días tan señalados» como Navidad, Nochevieja y la tarde noche del 5 de enero, durante el transcurso de las cabalgatas de Reyes Magos.
Sin embargo, los Mossos d'Esquadra advirtieron que el ámbito de la seguridad ciudadana y la prevención era una competencia de la Conselleria de Interior y la Generalitat fijada en el Estatut y que ejercen los Mossos, en el marco del Programa operativo específico antiterrorista que se aplica desde 2015, cuando se produjeron los primeros atentados en Francia.
MOSSOS ALEGARON QUE LA COMPETENCIA DE SEGURIDAD CIUDADANA ERA SUYA
En aquel momento, el portavoz de la policía catalana, Xavier Porcuna, pidió «tranquilidad» porque según dijo no tenía «ninguna información operativa, táctica o de inteligencia estratégica que indique que en Catalunya haya ninguna amenaza concreta hacia un punto de la geografía ni un punto de interés o posible objetivo».
Por ello, rechazó que estuviera estudiando colocar elementos físicos en los accesos a espacios muy concurridos como ha hecho Francia «de forma sistemática», aunque admitió que sí se analizarían determinados espacios a proteger con distintas medidas, si bien no quiso concretar los lugares con más riesgo.
Este rechazo inicial a la colocación de barreras ha levantado la polémica a raíz de los atentados en Catalunya y ayer mismo, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, recordaba que «las medidas de seguridad antiterrorista las determinan los responsables de Interior», y que el Ayuntamiento colabora y aplica estas instrucciones, también si se trata de colocar bolardos.
«Para dejar las cosas claras. Jamás el Ayuntamiento de Barcelona se ha negado a poner bolardos. Siempre que se le ha requerido, lo ha hecho», aseveró en diversos apuntes en Twitter recogidos por Europa Press tras el atentado de este jueves en La Rambla.
Pisarello realizó estas afirmaciones después de las críticas que han apuntado que el atentado se habría evitado si se hubieran colocado bolardos, y añadió: «Reiteramos nuestro agradecimiento y plena confianza en la profesionalidad de Mossos y el resto de cuerpos de seguridad».