La Comisión Europea ha empeorado este lunes su previsión de déficit de las administraciones públicas españolas, al estimar que cerrará este año en 3,5% del PIB, cuatro décimas por encima del objetivo y dos por encima de sus últimos cálculos, mientras que el del pasado año será del 4,7%, una décima superior al objetivo.
El Ejecutivo comunitario ha presentado sus «previsiones de invierno», en las que reitera que el crecimiento económico de España «superó las expectativas» en los últimos trimestres, gracias principalmente a la demanda doméstica, pero advierte de que existen «riesgos de desaceleración».
Así, Bruselas apunta que la economía española continuó expandiéndose más rápido que la media de la zona euro en su tercer año de crecimiento, hasta alcanzar un incremento del 3,2% del PIB, a pesar del menor ritmo del cuatro trimestre. La Comisión Europea espera que la tasa de crecimiento este año disminuya hasta el 2,3% este año, dos décimas por debajo de la previsión del Gobierno (2,5%) y hasta el 2,1% en 2018.
De esta forma, el Ejecutivo comunitario calcula que el déficit de 2016 será del 4,7%, una décima superior al objetivo establecido por la UE, mientras que el de este año se situará en el 3,5%, cuatro décimas por encima de la meta pactada, y el de 2018 será del 2,9%. Los riesgos, según Bruselas, están relacionados con la «incertidumbre» sobre el impacto final que tendrán las medidas fiscales adoptadas.
El porcentaje de déficit público de 2017 es dos décimas superior a la última previsión del Ejecutivo comunitario, presentada hace menos de un mes, el pasado 17 de enero, cuando validó el plan presupuestario actualizado remitido por el Gobierno. En ese momento, Bruselas ya señaló que España debía estar preparada para adoptar medias adicionales si fuera necesario. El desfase entre el objetivo y la nueva cifra equivale a un ajuste de aproximadamente 4.400 millones de euros.
CREACIÓN DE EMPLEO
Por otro lado, la Comisión Europea destaca la «fuerte creación de empleo» durante 2016, a pesar también de la desaceleración registrada en el cuatro trimestre. Así, aunque apunta que esta tendencia se atenuará en los próximos meses, se mantendrá «sólida» y permitirá que continúe la reducción del desempleo.
En concreto, las previsiones de Bruselas establecen que el la tasa de paro cerró el pasado año en un 19,6% y se reducirá hasta el 17,7% este año y hasta el 16% en 2018.
Además, el informe del Ejecutivo comunitario señala que el crecimiento de los salarios y el escaso aumento de la productividad conducirán a un incremento de los costes laborales unitarios. «Después de años de aumentos de la competitividad, se prevé que los costes laborales unitarios de España converjan con la media de la eurozona», explica el estudio.
Por último, Bruselas asegura que los incrementos esperados del precio del petróleo seguirán dominando la inflación en el corto plazo. Así, considera que la inflación crecerá desde una tasa negativa del 0,3% en 2016 hasta una positiva del 1,9% en 2017, antes de relajarse hasta el 1,7% en 2018.