Distintas diócesis españolas han dirigido cartas a sus feligreses animándoles a celebrar, este próximo 31 de octubre, la fiesta de Holywins con disfraces de santos, vírgenes y religiosos, frente a la cada vez más popular fiesta de Halloween.
Los obispados de Cádiz, Cartagena, Alcalá o Ciudad Rodrigo han sido algunos de los que han tomado la iniciativa de enviar cartas a través de las parroquias, colegios o asociaciones cristianas para animar a los creyentes a celebrar la festividad de Todos los Santos con disfraces alusivos a la fe católica.
Con Holywins, que significa «la santidad vence», se pretende evitar la celebración de Halloween, rescatando así el sentido de la fiesta católica del día de Todos los Santos, según señala en un comunicado la diócesis de Cartagena (Murcia), que organiza por segundo año consecutivo esta fiesta.
Por su parte, el obispado de Alcalá de Henares (Madrid) subraya que, aunque «Halloween» significa «víspera de Todos los Santos», «actualmente esta celebración no tiene ninguna relación con la fe cristiana».
«Por el contrario, su forma de plantear la vida y la muerte, el bien y el mal, son completamente distintas a las del Evangelio de Cristo y a la Tradición de su Iglesia. Por eso, los católicos queremos devolver a este día su verdadero sentido y celebrar a todos aquellos que siguieron heroicamente a Jesucristo», subraya.
El obispado de Alcalá, el primero en España en asumir la celebración de Holywins en 2008, asegura que no pretende ir contra Halloween, pero tampoco «compartir el culto a la muete y la exaltación de lo monstruoso o feo que trae consigo, pues lo propio de los cristianos es celebran el triunfo de la vida y promover la belleza y el bien».
También el obispado de Cádiz se ha sumado a esta celebración tras comprobar «cómo cada año toma más fuerza la fiesta de Halloween y que los niños cristianos se ven absorbidos por este ambiente contrario a la esperanza en la resurrección».
La fiesta que proponen va dirigida «a todos los niños de catequesis infantil y confirmación, alumnos de nuestros colegios, movimientos laicos, asociaciones apostólicas, jóvenes y a sus familias» porque «la santidad es una fiesta para todos», señala el obispado.