El cabecilla de la 'Gürtel', Francisco Correa, ha manifestado este jueves durante su declaración en el juicio por el 'caso Gürtel' que la relación de sus empresas con el PP concluyó entre 2004 y 2005 dado que el que fuera su socio y exsecretario de Organización del partido en Galicia, Pedro Crespo, no tenía buena relación con Mariano Rajoy. «No había química», ha apostillado.
Correa, a la hora de explicar cómo cesó la actividad de sus empresas con el PP nacional, ha señalado a preguntas de la fiscal Concepción Sabadell que él, «sinceramente», trabajaba «con todo el equipo de José María Aznar». Por ello, cuando Mariano Rajoy fue designado presidente del partido, y como Crespo no tenía buena relación con él, la actividad de sus empresas se trasladó a Valencia «con Paco Camps».
En dicho momento, según ha explicado, se le dijo en «un estilo que no fue muy correcto» y que a Correa no le «gustó» que su etapa con el PP «había acabado» porque había entrado un nuevo presidente.
Por ello, comenzaron a trabajar con otras empresas en Pozuelo de Alarcón (Madrid), con la también acusada Isabel Jordán, donde ha puntualizado que les iba «muy bien», y que luego comenzaron a actuar en Valencia.
Anticorrupción pide para Correa 125 años y un mes por los delitos de asociación ilícita, fraude continuado a las Administraciones Públicas, cohecho activo continuado, falsedad continuada, malversación de caudales públicos continuado, falsedad en documento mercantil, estafa, prevaricación, delito contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, tráfico de influencias y continuado de fraude y exacciones legales a las Administraciones Públicas.