La primera sesión del juicio contra los 65 usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid, ha comenzado a las 11:11 horas, con más de una hora de retraso sobre la hora prevista en la sede que la Audiencia Nacional tiene en San Fernando de Henares.
Una de las magistradas que formaba parte del tribunal, Carmen Paloma González, no se ha podido incorporar por problemas personales, y ha sido sustituida por el cuarto magistrado de la sala, Juan Francisco Martell; Angela Murillo preside, y Teresa Palacios es la ponente.
Los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato y los otros 63 acusados han comenzado a llegar a la sede judicial a partir de las 08:30 horas, y entre los más madrugadores estaba Miguel Blesa, que ha llegado a las 09:10.
Media hora más tarde lo hacía Rodrigo Rato, y entre medias lo han hecho el expresidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández, el exsecretario de Estado de Hacienda José Manuel Fernández Norniella, o el expresidente de Viajes Marsnas, Gerardo Diaz Ferrán, trasladado desde la cárcel de soto del Real en un furgón de la Guardia Civil.
Durante las sesiones de este lunes y este martes los abogados defensores y las acusaciones van a exponer sus argumentos, antes de que, el próximo viernes, comiencen a declarar los acusados.
Juicio
El pasado 1 de febrero, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ordenó la apertura de juicio oral por el caso de las tarjetas «opacas», al reconocer indicios suficientes de administración desleal por parte de Blesa, Rato y el ex director general de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, con el propósito de apropiarse de forma continuada e indebidamente del patrimonio de Caja Madrid.
Esa entidad fue una de las siete que se fusionaron en 2011 para dar lugar a Bankia, ya presidida por Rodrigo Rato y que al año siguiente recibió unos 22.000 millones de euros de fondos públicos para hacer frente al agujero financiero que tenía.
Sobre Rato y Blesa pesan peticiones de cárcel que van desde los cuatro y cinco años, respectivamente, que reclama la Fiscalía Anticorrupción, a los seis y diez que pide Bankia, que ejerce una acusación particular.
Asimismo, la Fiscalía pide que los acusados indemnicen a Bankia, heredera legal de Caja Madrid, y que Blesa devuelva los 9,34 millones de euros que gastaron todos los usuarios de las tarjetas «opacas» durante buena parte de su mandato a partir de 2003 y hasta 2010.
Y 2,69 millones a Rato por los cargos que se hicieron desde su llegada a Caja Madrid hasta su salida de Bankia.