El Gobierno en funciones insiste en que el nombramiento del exministro de Industria, José Manuel Soria, como director ejecutivo del Banco Mundial ha sido en un concurso de carácter «técnico» entre funcionarios, mientras la oposición y algunos dirigentes del PP critican el nuevo cargo.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha afirmado que el exministro dimitió cuando su nombre apareció en los denominados «papeles de Panamá» vinculado con sociedades en paraísos fiscales y que entonces «se fue de la política, dejó de ser diputado y ha manifestado su intención de no volver a la política nunca más».
En este sentido, ha explicado que Soria ha actuado como un funcionario y no como un político, mientras que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el cargo de director ejecutivo del Banco Mundial es una propuesta «de una comisión técnica» y «de acuerdo con el escalafón».
Otros miembros del Ejecutivo también han apoyado el nombramiento de Soria y el titular de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha argumentado que un técnico comercial de Estado puede optar a ese puesto y no debe ser un problema.
El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, ha aseverado también que el Gobierno «no tuvo ni arte ni parte» en la designación.
Sin embargo, varios líderes del PP han sido más críticos con este nombramiento que, a su vez, ha sido rechazado por toda la oposición política.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha sido tajante al señalar que este nombramiento «no debía haberse llevado a cabo» y que, sea por razones técnicas o no, eso lo tiene que explicar quien lo ha realizado.
Asimismo, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha cuestionado «el momento» en que se hizo el anuncio y el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha considerado que «no es fácil de entender» y «en el contexto actual» es, además, «muy arriesgado».
Desde el PSOE, el secretario general del partido, Pedro Sánchez, ha insistido en la necesidad de un cambio de Gobierno porque «cuatro años más de Rajoy sólo nos traerán más casos Soria», al tiempo que el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha calificado el nombramiento de «tropelía» y de «indecencia absolutamente insuperable».
El vicepresidente de la Generalitat catalana, Oriol Junqueras, ha reclamado al Gobierno que asuma su «responsabilidad» ante la UE y tome decisiones sobre cuestiones como el déficit en lugar de realizar nombramientos.
El lehendakari y candidato del PNV a la reelección, Iñigo Urkullu, ha opinado que el nuevo cargo de Soria es «un error inasumible por parte del PP».
Los grupo parlamentarios del PNV, ERC y Mixto (PDC, Compromís, EH Bildu, CC y NC) han solicitado la comparecencia en el pleno del Congreso del ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, para que dé un razonamiento a esta designación.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha calificado de «inconcebible» este nombramiento -que ha dicho- es para «ganar un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) al día, aproximadamente 620 euros, después de impuestos» y el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha pedido también la comparecencia de De Guindos ante un hecho que ha calificado de «barbaridad».
Desde Ciudadanos, su número dos, José Manuel Villegas, ve «inaceptable» que el Gobierno promocione al exministro que tuvo que dejar el Ejecutivo por su actividad en paraísos fiscales y «mentir» a los españoles.
La formación que lidera Albert Rivera cree que este cargo «afecta a la marca España» y «no cumple con los mínimos criterios de moralidad».