El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha anunciado que este jueves empezará a mantener contactos con otros líderes políticos para intentar llegar a un acuerdo que permita la formación de un nuevo ejecutivo.
Rajoy, que ha informado de esa intención en la conferencia de prensa que ha ofrecido al término de la reunión de veintisiete Estados miembros de la UE para analizar el impacto del «brexit», ha vuelto a defender un gobierno de amplia base parlamentaria para garantizar las reformas que cree que necesita España.
El jefe del Ejecutivo en funciones ha dicho que en su primera fase de negociación espera conocer la disposición de otros líderes a llegar a un acuerdo y, a partir de ahí, si ve una «buena disposición» el PP nombrará una comisión negociadora para hablar con los demás.
Asume que, con 137 escaños que tiene el PP, no puede pretender aplicar «al cien por cien» sus propuestas.
«Lo más razonable», ha subrayado Rajoy, es que este proceso de negociaciones se haga con «la mayor celeridad posible» y «todos» los implicados, incluido él, deben ser «rápidos, diligentes y constructivos».
El líder del PP busca en este diálogo, que empezará a impulsar a partir de este jueves, llegar a un acuerdo que permita un gobierno «con amplia base parlamentaria para cuatro años», que dé «seguridad, certidumbre y confianza» en un momento en el que España afronta retos importantes.
Retos entre los que ha citado las negociaciones en Europa sobre la salida del Reino Unido de la UE, así como la necesidad de consolidar la recuperación y continuar con el crecimiento de empleo.
Todo esto hace que sea necesario, ha insistido, que se constituya a la mayor rapidez un gobierno «estable».
No obstante, ha reiterado su intención, si no hay un acuerdo para un gabinete de coalición, de gobernar en minoría y hacerlo «con los votos y los apoyos que nos han dado los españoles», ha dicho.
Rajoy iniciará estos contactos para ver primero la «disposición de cada uno» para «darle salida a esta situación».
Una vez conocida esa disposición, y si ve posible dicho acuerdo, se nombraría una comisión negociadora.
Rajoy ha admitido que no piensa incidir en los aspectos en los que los partidos son «radicalmente diferentes», sino que se centrará en aquellos en los que puede haber entendimiento.
Ha señalado así que el documento con cinco grandes acuerdos que propuso -relativos a la economía, el proyecto europeo, el sistema de bienestar social, la educación o la lucha contra el terrorismo- tras las elecciones de diciembre está «plenamente en vigor» y no hay «ninguna razón para modificarlo», aunque también pretende escuchar «lo que planteen los demás».
«Lo importante es llegar a algún tipo entendimiento. Si hay voluntad se llega a un entendimiento, si no hay voluntad pues no quiero ni pensar lo que puede ocurrir», ha señalado Rajoy, quien ha admitido que no podrá reunirse con quien diga que no quiere «saber nada» de él.
Espera, no obstante, que esto último no ocurra porque entonces la situación, ha considerado, sería «preocupante.
Mariano Rajoy ha subrayado en cualquier caso que hay que «cerrar pronto» esta negociación -su intención es que haya gobierno entre finales de julio y principios de agosto- porque el país no puede seguir con un ejecutivo en funciones en agosto y septiembre.
Ha recordado que se tienen que elaborar y presentar antes del 1 de octubre los Presupuestos Generales del Estado, que «lógicamente» deben hacerse con el acuerdo de varios partidos.
«Todo eso lleva un tiempo, requiere esfuerzo y que antes despejemos esta cosa», ha concluido.