El presidente del Congreso, Patxi López, ha llamado este martes a «todos» los ciudadanos, tengan las ideas que tengan, a que «no se resignen a la frustración» y vayan a votar en las próximas elecciones del 26 de junio, tras refrendar con el Rey el decreto de disolución de las Cortes y de convocatoria electoral.
López, que ha defendido que el voto no solo es la «esencia de un derecho conquistado», sino el poder de la gente que no tiene poder», ha dicho entender que los españoles estén «enfadados» y «frustrados» por la falta de gobierno, pero les ha recordado que ahora está en su mano «decidir el futuro político de España».
En una comparecencia en el Congreso a su regreso del Palacio de la Zarzuela, López también ha dicho que espera que los representantes políticos hayan «aprendido la lección» y el siguiente Congreso llegue a un acuerdo «lo antes posible».
Ha abogado además por emprender «reformas» en la próxima legislatura que eviten el vacío constitucional vivido al inicio de ésta, como consecuencia de la falta de candidato a la investidura, así como para acortar los largos plazos de las campañas y precampañas y sus costes en estos casos excepcionales.
Legislatura fugaz
Con sus menos de cuatro meses en el cargo, el socialista Patxi López, que se ha convertido en el presidente del Congreso de la legislatura más corta, ha asegurado sobre su futuro que no tiene «ninguna previsión ni pretensión» de repetir y que nunca ha tenido «apego» a los puestos.
Ha recordado, no obstante, que no depende de él, ya que primero tendría que decidir su partido si le vuelve a proponer, luego acordarlo los grupos parlamentarios y por último aunar la voluntad del pleno de la cámara.
Convencido de que el acuerdo «ni es ni debe suponer traición o renuncia a las propias posiciones», sino el reconocimiento del otro como alguien legitimado para mantener posiciones discrepantes, ha llamado a los responsables políticos a «ceder», porque ese -les ha advertido- es el «camino posible» para resolver los problemas de la ciudadanía.
En ese punto ha apelado al espíritu de la Transición, en la que los «enemigos políticos fueron capaces de llegar a acuerdos institucionales sin traicionar sus propios principios».
El presidente también ha subrayado que durante el tiempo transcurrido desde los últimos comicios se ha visto la «fortaleza» de las instituciones democráticas y del sistema.
«El entramado institucional y constitucional ha aguantado y funcionado dentro de la legalidad», ha resaltado.