El Comité Federal del PSOE ha aprobado este sábado por unanimidad aplazar la celebración del 39 Congreso Federal, donde se tiene que elegir al secretario general, hasta que haya un nuevo gobierno, por lo que se ha optado por no fijar una nueva fecha.
Todos los barones territoriales han respaldado la propuesta de Pedro Sánchez y de su dirección de posponer el congreso ordinario que se había programado el 20, 21 y 22 de mayo, dos semanas después de las primarias en las que los militantes iban a haber elegido al secretario general.
Al haber consenso, se ha aprobado de forma unánime el texto que deja sin efecto el calendario que el Comité Federal aprobó en su reunión del pasado 30 de enero.
En vísperas de aquella cita, federaciones como Andalucía, Asturias y Comunidad Valenciana reclamaron que el congreso fuera en mayo, en vez de en junio, como propuso Ferraz en un principio.
En esta ocasión, no ha habido voces discrepantes y se ha apoyado la propuesta de posponer la asamblea, que el partido celebra cada cuatro años, debido a la incertidumbre que rodea el proceso de investidura.
Es el caso del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ha asegurado que el Comité Federal ha rectificado el «error» que cometió el pasado mes de enero al convocar el congreso en mayo sin tener claro el calendario político en España.
Iceta, que ha remarcado que se trata de un error colectivo y no solo de federaciones como la andaluza, ha insistido en que lo más importante es conseguir un gobierno estable.
«El PSOE no puede mezclar el proceso congresual con otras cuestiones que son mucho mas importantes», ha insistido.
Sobre si compartía que fue una equivocación que se pusiera la fecha de mayo, la presidenta andaluza, Susana Díaz, no ha querido ser tan explícita, si bien ha advertido de que el PSOE ha cometido «muchos errores» en el pasado y ha defendido que es preciso «hacer autocrítica de lo que no hace bien para corregirlo y hacerlo bien en el futuro».
«Errores hemos cometido muchos, en general», ha apuntado Díaz, quien no ha querido concretar a qué se estaba refiriendo.
Al ser preguntada si aspira a liderar el PSOE, Díaz ha insistido en que los socialistas no están en eso y en que «lo que toca es que España tenga gobierno», si bien ha garantizado que ella «siempre» aspirará a un PSOE «fuerte, con un proyecto definido de partido y de país».
La presidenta andaluza se ha sumado a la propuesta de aplazar el congreso tras recordar que «siempre apoya las decisiones que toma el Comité Federal por unanimidad».
«Estoy convencida de que las adopta pensando en el bien del PSOE y del país», ha añadido.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha respaldado el aplazamiento tras convenir con Iceta en que fue un «error» haber convocado la asamblea para mayo.
«Creía que en aquel momento había que hacer justamente lo que vamos a hacer este sábado», ha asegurado Lambán.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha defendido que lo primero es atender el escenario institucional y la formación del nuevo gobierno y después la situación interna del PSOE.
«Si la agenda institucional se retrasa hay que hacer lo propio con la interna, es de sentido común y de coherencia», ha dicho.
Similares términos ha empleado el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, para quien «la agenda institucional debe primar sobre la agenda partidaria».
«Hay que ver si es posible que haya gobierno o no. Para eso, el secretario general tiene que tener todo el apoyo de todo el partido», ha defendido Puig.
A pesar de ser el asunto central de la reunión del Comité Federal, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, no lo ha citado en su intervención en abierto y se ha limitado a hacer una breve referencia en su réplica de cierre a puerta cerrada.
Para no alimentar pulsos internos, Sánchez se ha limitado a decir que el congreso en el que él aspira a ser reelegido será «sobre todo un debate de ideas».
«Ya lo dije desde el principio», ha apuntado Sánchez, más preocupado durante la reunión en centrarse en las negociaciones para formar gobierno.
Al haber acuerdo, el Comité Federal apenas ha durado dos horas y media, en las que solo ha habido una docena de intervenciones.
Entre los ausentes se encuentran los presidentes de Asturias, Javier Fernández, y de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.