El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este sábado que presentará de nuevo su candidatura a la Presidencia del PP gallego con la intención de aspirar a un tercer mandato al frente del Ejecutivo autonómico en las elecciones previstas para el próximo otoño.
Tras meses de profunda reflexión, como él mismo ha definido este periodo, en el que incluso llegó a asegurar que barajaba abandonar la política y dedicarse a otra actividad profesional, Núñez Feijóo, con voz temblorosa por momentos, ha desvelado hoy la incógnita ante sus compañeros en la Junta Directiva del PP gallego que ha convocado el XVI congreso del partido para los días 7 y 8 de mayo y que se celebrará en Ourense.
Antes de revelar la decisión, a su llegada al hotel compostelano donde se celebra la junta, ha comentado que ya tenía una decisión, que se la iba a transmitir a sus compañeros, que la misma no había sido fácil y que era definitiva.
Al explicitar su postura, no pudo completar la frase, en el primer intento, debido a que fue interrumpido por los gritos de «presidente, presidente», interrupción con aplausos tras la cual ha explicado que «cuando una de las opciones que da la vida es Galicia, no existen otras».
Ha manifestado, asimismo, que no se dedica a la política, actividad que concibe como un servicio temporal en el que se «está de paso», para acomodarse, ni para «lucir el cargo» ni lucirse él, para apostillar a continuación que no solamente tiene «la cabeza» en su Comunidad, también «el corazón».
«En lo que hago y hacemos, merecemos continuar», ha dicho Feijoo sobre esta nueva etapa, que asume con el mensaje de que «Galicia merece la pena siempre, mucho más que cualquier otra cosa».
«Milito en Galicia por encima de cualquier otra circunstancia, posibilidad u opción», ha dicho para anunciar que quiere exigirse «más» y que promete ser un candidato «leal, constructivo, crítico y autocrítico».
«Nadie puede negar la complejidad de la meta que tenemos por delante -ha abundado- pero es posible alcanzar la meta», que requiere de «un mayor nivel de exigencia», porque «el listón está más alto y nuestro rendimiento debe ser más alto».