El líder del PSOE, Pedro Sánchez, se ha mostrado convencido de que este miércoles «con todas las cautelas y todas las dificultades», España está «más cerca» de un gobierno de cambio y «más lejos» de la repetición de las elecciones, a través de un acuerdo para un «gobierno parlamentario» con Podemos y Ciudadanos.
Así se ha pronunciado Sánchez en una rueda de prensa en el Congreso después de reunirse por espacio de dos horas con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, para explorar vías para un posible acuerdo de gobierno.
Según ha explicado, Sánchez ha respondido a la propuesta de Iglesias de ir a la «vía de los 161» diputados (los que suman PSOE, Podemos-En Comú-En Marea, Compromís e IU-UP) con la contrapropuesta de ir a la «vía 199», que es la suma de los diputados del PSOE, Podemos y Ciudadanos.
Tras defender que esa es la «vía mayoritaria» y la única que suma mayoría absoluta en un parlamento de 350 escaños, ha defendido que es la que «representa el sentir» de los españoles el pasado 20D.
Convencido de que «hablando», «dialogando» y «negociando» la discrepancia en este punto con Podemos puede ser «salvable», ha hecho hincapié en que eso puede hacerse en una «mesa a tres» en la que se podrían acordar «cuáles de las 200, 300 o 400 medidas que puedan surgir» son comunes al PSOE, Ciudadanos y Podemos y llevarlas al Parlamento para aprobarlas.
«Hagamos de esta legislatura un gobierno parlamentario, podemos convertir a esta cámara en el verdadero gobierno», ha propuesto el líder socialista.
En su comparecencia, Sánchez ha recalcado, asimismo, que el «principal avance» de su encuentro de hoy con Iglesias es que «por fin, después de cien días negociando», éste «ha dicho sí a entrar en un diálogo con el PSOE y Ciudadanos».
C's y Podemos, elementos en común
El líder del PSOE ha afirmado que la «principal virtud» de su acuerdo con C's es que «propone una reforma constitucional y caminar hacia un Estado federal», por lo que ha defendido que ambos tienen «elementos en común» con Podemos para solucionar el problema de Catalunya.
«Si nos ponemos a hablar de cómo solucionar la cuestión catalana, estoy convencido de que hay elementos en común entre las tres formaciones políticas en cuanto a la reforma constitucional», ha dicho Sánchez.
Tras subrayar que el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y él comparten una «misma hoja de ruta», que es reformar la Constitución en un sentido federal, Sánchez ha situado ahí el margen de Iceta para negociar con el líder de En Comú Podem, Xavier Doménech, más allá de lo pactado con Ciudadanos.
El líder socialista, que ha considerado un «buen camino» que tres de las cuatro principales formaciones políticas del Congreso aboguen por esa reforma constitucional -todas excepto el PP-, ha opinado también que sería un «buen inicio» para resolver la crisis territorial de Cataluña.
Ha apuntado que el PSOE y su «partido hermano», el PSC, comparten la misma visión sobre este asunto, porque llevan «trabajando juntos desde mucho antes de que existiera Podemos».
No obstante, ha remarcado que están «dispuestos a hablar con otras fuerzas», en este caso con la que representa Doménech, tras constatar que Podemos, C's, el PSOE y el PSC comparten un «mismo propósito, que es resolver la crisis de Catalunya, y que la mejor forma es la reforma constitucional».
«Hasta aquellos que defienden el derecho a decidir, como Pablo Iglesias, exigen de una reforma constitucional», ha insistido, al tiempo que ha argumentado que los socialistas no defienden el derecho a la autodeterminación porque creen que «se puede llegar a un acuerdo que satisfaga a los catalanes y resuelva de una vez por todas la crisis de Catalunya».
Aunque ha admitido que resolver este asunto es «difícil» y «complejo», Sánchez ha sostenido que la vía federal, partiendo de ese «denominador común» de la reforma constitucional, es la «esperanza» que existe para resolver la crisis de Catalunya.
Rajoy es un «tapón»
Sánchez se ha mostrado convencido de que la marcha del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, «facilitaría las cosas» a muchos dirigentes del PP que «están deseando que dé un paso atrás», porque es un «tapón» para la regeneración del partido y de la democracia.
Si consigue ser investido presidente, el líder del PSOE está dispuesto a «tender la mano» al PP porque respeta a sus 7 millones de votantes, aunque ha insistido en que debe salir del Gobierno porque su corrupción «está haciendo daño a la democracia» y «alguien tiene que asumir esa responsabilidad política en primera persona».
Sánchez ha ironizado sobre las palabras de este martes del expresidente del Gobierno, José María Aznar, en presencia de Rajoy, con las que reclamó «nuevos liderazgos» capaces de estar «a la altura» de los nuevos desafíos.
«Me permitirán una broma: ayer vimos cómo el dedo que señaló a Rajoy como presidente del Gobierno está señalando su salida de la vida política», ha dicho.
El líder socialista ha garantizado a Iglesias que no va a haber una «gran coalición» y que el PSOE nunca va a apoyar al PP para que sea gobierno, aunque sí ha apostado por su acuerdo con Ciudadanos, al que confía pueda sumarse también Podemos.
«No hemos engañado a nadie. Podrán decir que me he equivocado, que lo he hecho mejor o peor, pero hemos sido coherentes y transparentes y hemos dicho siempre lo mismo: que o nos entendíamos los tres o que no es posible el cambio», ha alertado.