La auxiliar de enfermería Teresa Romero, la mujer que superó el virus del Ébola tras contagiarse cuidando a un misionero infectado, ha señalado este miércoles que revivir esta experiencia significa «llorar continuamente».
Romero se ha pronunciado así en una conversación con periodistas en los pasillos de los juzgados de Plaza Castilla de Madrid, donde testifica en calidad de perjudicada en la investigación de la denuncia de varios médicos del hospital Carlos III sobre el riesgo de contagio que hubo para los profesionales sanitarios.
La auxiliar responde a las preguntas de su abogado, del fiscal y demás letrados personados en la causa, que está en fase de instrucción.
La auxiliar ha llegado a los juzgados sobre las diez y media de la mañana, hora a la que estaba citada para declarar ante el juzgado de instrucción número 21, momento en el que ha indicado a los medios allí presentes que estaba «muy bien» y «recuperada».
«Vengo a ayudar a los jueces a aclarar toda la situación que yo he vivido en primera persona en cuanto al ébola. Yo puedo contar cosas que he vivido desde la primera sospecha que fue en abril de 2014», ha explicado Romero.