Históricos dirigentes del PSOE se han reunido este jueves en Madrid para defender un pacto de gobierno constitucionalista y hacer un llamamiento al secretario general del partido, Pedro Sánchez, para que rechace la alianza con Podemos porque sería el «suicido» de los socialistas.
La comida ha congregado a alrededor de 40 excargos, entre ellos, el exministro del Interior José Luis Corcuera; los expresidentes de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra y de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina; y el concejal en el Ayuntamiento de Madrid Antonio Miguel Carmona.
También han estado otros exministros de la etapa de Felipe González, como Virgilio Zapatero, Carlos Solchaga y Juan Manuel Eguiagaray, el exdiputado socialista Francisco Fernández Marugán y el expresidente del Senado Juan José Laborda, entre otros.
Los asistentes han redactado un documento, que se presentará este viernes, en el que reflexionan sobre «los peligros que corre el PSOE» ante su notable pérdida de votos de los últimos años y sobre cuál sería la mejor combinación para formar gobierno.
En declaraciones a los periodistas al término del encuentro, Leguina ha destacado el consenso que ha habido al alertar de que «hacer un gobierno con Podemos es un suicidio».
El expresidente de la Comunidad de Madrid ha abogado por un «acuerdo constitucionalista» entre PP, PSOE y Ciudadanos en el que «lo menos importante es quien sea el presidente de ese gobierno».
«Seguro que se puede buscar un presidente independiente o de un partido, sean Sánchez o Rajoy, que tampoco son unos malditos, sino personas decentes los dos, u otra persona. Rajoy no es el PP y Sánchez no es el PSOE», ha comentado.
«A nosotros, como viejos socialistas, lo que nos preocupa es que el PSOE no se suicide», ha añadido Leguina.
En su opinión, el PSOE «no puede abusar de su centralidad» en el tablero político para «crear un caos en España» con Podemos.
También ha avisado del riesgo de contar con el respaldo de los independentistas, con quienes ha dicho que no hay que ir «ni a misa».
Los promotores del encuentro trasladarán sus conclusiones al Comité Federal que el PSOE celebrará este sábado para analizar la oferta de Podemos para entablar un gobierno de coalición.
Corcuera ha asegurado que el pacto con Podemos sería «un terrible error que no beneficiaría a España, ni al PSOE», puesto que no podrían acometer las reformas que precisa el país por falta de apoyos.
«Presentar algo como el gobierno del cambio y resulta que no puede hacer ningún cambio, no parece que sea de recibo», ha observado.
El que fuese ministro del Interior entre 1998 y 1993 ha subrayado que las reflexiones compartidas no pretenden «hacer daño a nadie», sino «ayudar» a España y al PSOE ante posturas que «no conducen por el buen camino el futuro del partido».
«Algunas veces, cuando oigo a alguno hablar, a mí, que sufro del corazón, me dan arritmias», ha confesado Corcuera.
Carmona, enfrentado con Sánchez desde que le destituyó como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid el pasado mes de agosto, ha asegurado que no se van «a aceptar ni chantajes de ningún partido, ni agresiones por parte de nadie», en alusión a Podemos.
«Haremos lo que tengamos que hacer por el bien del país y lo haremos concienzudamente y de forma muy inteligente. Seremos responsables, pero no seremos irresponsables», ha sostenido.
El concejal socialista se ha felicitado de haber participado en el cónclave: «Hacía mucho tiempo que no veía tanta suma de inteligencia y tanta de experiencia aportando moderadamente al PSOE, que necesita defenderse de aquellos que la están agrediendo en estos momentos».
Aunque ha compartido la preocupación por los problemas para formar gobierno, Rodríguez Ibarra ha sido el más suave a la hora de pronunciarse sobre un eventual acuerdo con Podemos.
«Necesitaríamos la abstención del PP, que no parece, o de Ciudadanos, que parece que tampoco, o de ERC, de Convergencia y de Bildu, que yo no la quiero», se ha sincerado.
El expresidente extremeño ha reconocido que lo mejor sería una fórmula que «no pusiera en riesgo la situación que está viviendo el país», pero ha añadido: «Ahora mismo no se me ocurre ninguna».
«Me preocupa mi país y no puedo opinar, ni dar lecciones de lo que hay que hacer, porque no lo sé. Por tanto, lo que haga el Comité Federal estará bien hecho», ha apuntado.