La CUP ha denunciado este martes el vocabulario «agresivo» y el discurso «fratricida» del presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, quien hoy ha descartado hacer nuevas concesiones a esta formación, a la que ha culpado del «error de proporciones gigantescas» de «impedir» iniciar la legislatura.
Además, Mas ha asegurado que, si los miembros de esta formación anticapitalista y antisistema no rectifican, el lunes firmará el decreto de elecciones con fecha 6 de marzo.
En un comunicado, la formación independentista reitera que «el sentido de país» reclama un movimiento a los dirigentes de Convergència y declina responder «en los términos insultantes» con los que consideran que Mas se ha referido a este partido.
«No queremos entrar en el vocabulario agresivo, el discurso fratricida, ni en las faltas de respeto que ha hecho a todo un espacio político que es el de la izquierda independentista», asegura la CUP.
Esta formación explica que han planteado propuestas acompañadas de «vías de implementación» y han apuntado diferentes posibilidades, recursos y calendarios para ejecutar cada una de las medidas previstas en su plan social de choque, para la «ruptura» con España, el «proceso constituyente» y la elección del nuevo presidente de la Generalitat.
La CUP ha reiterado su petición de buscar un presidente de consenso y recuerda sus propuestas de fórmulas de «copresidencia, presidencia rotatoria y un gobierno con un comisionado internacional para el proceso».
«Quien ha dicho que 'no' a todas estas propuestas -añaden- ha sido Artur Mas, con quien, como es sabido, la CUP ha negociado directamente en algunos momentos».
Subrayan que el plan social de choque que han pactado con Junts pel Sí «de ninguna manera» responde a su programa político, que era «mucho más ambicioso», pero a causa del resultado electoral han debido claudicar en muchas de sus propuestas.
«Finalmente, lo que se nos ha ofrecido, y lo ha reconocido el propio presidente en funciones, Artur Mas, es sencillamente el programa electoral de Junts pel Sí», admite la organización anticapitalista.
Recuerdan que «todavía» hay 72 diputados independentistas «y las condiciones para iniciar una legislatura. Lo que queda de semana puede estar al servicio de ir a unas nuevas elecciones, tal y como parecía indicar el discurso de Artur Mas, más propio de un inicio de campaña electoral, o estar al servicio de encontrar una solución de consenso para evitar estas elecciones».
La CUP concluye que ellos se han «movido» y han tomado una decisión «difícil y dolorosa para muchos, pero se ha tomado democráticamente y con responsabilidad. La altura de miras y el sentido de país piden ahora un movimiento a los dirigentes de Convergència».