La número 2 del PSOE en la lista al Congreso por Madrid, Meritxell Batet, ha apostado este lunes por la derogación de la Lomce para volver a lo que ha llamado «el espíritu Gabilondo», entendido este como un «gran acuerdo de Estado para un pacto educativo que piense en la mayoría».
En un acto en Leganés (Madrid) en el que ha estado acompañada por el portavoz de los socialistas en la Asamblea de Madrid y exministro de Educación, Ángel Gabilondo, la diputada catalana ha destacado que sea la educación la que abre el programa electoral del PSOE de cara al 20-D.
Además, ha recordado el lema «Educación, educación y educación», que ya utilizó Pasqual Maragall o Tony Blair, y ha considerado que este es el «principal proyecto de país» de su formación.
La candidata socialista ha recalcado que «la apuesta por la educación» es una política «predistributiva», puesto que «va al origen de las desigualdades», evitando que estas se generen en lugar de corregirlas.
Batet ha reivindicado las propuestas de su partido en este aspecto como «de izquierdas» y «socialdemócratas», algo que, a su juicio, difiere de la concepción de la educación que tienen PP y Ciudadanos.
En su opinión, las claves de esa concepción pasan por la asimilación de la educación como «bien de consumo», convirtiéndose en un instrumento «para mantener élites» al que «se accede por linaje». Además, promueven la «competición» en un sistema en el que se entiende la «libertad de enseñanza como libertad del centro para elegir alumnos».
Batet ha criticado los recortes en educación, el descenso de las becas y la subida de tasas, y ha recordado las declaraciones del ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo (PP), en las que afirmaba que «en España hay demasiados universitarios».
Del programa socialista en esta materia, ha destacado un aumento de los presupuestos públicos en educación, con «un suelo mínimo del 5 %, sin renunciar a alcanzar el 7 % del PIB a medio plazo», recuperar «las becas como derecho» o bajar las tasas universitarias.
Ha recalcado también la creación de un «estatuto del personal docente» que sirva para una «profesionalización y dignificación» de la labor de los profesores, incluyendo en ésta una formación permanente y unas prácticas remuneradas al inicio de la carrera que ha calificado como un «MIR similar al sanitario».
La diputada catalana ha planteado que debe existir «un pacto con las comunidades autónomas» para «disminuir los deberes» de los estudiantes que ha considerado «excesivos» y una fuente de desigualdad, puesto que las «familias con una mayor educación pueden ayudar mucho mejor a sus hijos» a hacerlos.
Gabilondo ha aplaudido estas medidas y ha destacado especialmente la necesidad de trabajar por la «universalidad» de la educación infantil entre los 0 y los 3 años y el aumento de las plazas de Formación Profesional, hasta llegar a «un millón».
El exministro también ha criticado la propuesta de evaluación del profesorado de José Antonio Marina, coordinador del «Libro blanco de la profesión docente», encargado por el ministro Méndez de Vigo.
Considera Gabilondo que esta propuesta no puede por sí sola solucionar el sistema educativo o las políticas educativas que se centran exclusivamente en «la excelencia», al considerar que esta, «sin equidad, es elitismo».