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Junqueras cree que las «profecías apocalípticas» del Gobierno chocan con la realidad

Fotografía facilitada por 8TV del debate televisado esta noche en Barcelona entre el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el presidente de ERC y número 5 de Junts pel Sí en las elecciones del 27S, Oriol Junqueras (d), moderado por el periodista Josep Cuní (c). | Efe

| Barcelona |

El presidente de ERC y número cinco de la lista Junts pel Sí en las elecciones catalanas, Oriol Junqueras, ha asegurado este miércoles que las «profecías apocalípticas» del Gobierno central sobre las consecuencias que tendría la independencia de Catalunya «chocan con la realidad».

En un cara a cara en 8TV con el dirigente del PP y ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, Junqueras ha defendido la viabilidad de una Catalunya independiente y ha recordado que en el último semestre Catalunya ha registrado un «récord histórico de inversión extranjera» y un «récord de exportaciones» al exterior.

Se ha mostrado convencido de que no se impondrían aranceles de ningún tipo, porque ninguna de las dos partes estaría «interesada» en ello, y ha rechazado las comparaciones «inapropiadas» con las independencias de los Estados exsoviéticos.

Junqueras ha aprovechado las declaraciones radiofónicas de este martes del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para subrayar que «ha quedado claro» que ningún catalán perdería la nacionalidad española en una Catalunya independiente, a menos que renunciasen a ella «explícitamente», y mantendrían su ciudadanía europea.

Después de que Margallo esgrimiese el caso de la independencia de Argelia, Junqueras ha considerado «delicioso» este ejemplo, porque todos los ciudadanos que eran franceses y querían conservarla, pudieron hacerlo, como el novelista Albert Camus, y porque este ejemplo traza una comparación con las «relaciones entre una metrópoli y una colonia».

«No le vamos a quitar la nacionalidad a nadie y sería lamentable que el Gobierno español la quisiera quitar», ha recalcado.

«No hay ninguna discusión posible sobre este tema», ha añadido el líder de ERC, que ha invocado el artículo 11.2 de la Constitución y también conceptos de legislación internacional que el Gobierno español «deberá cumplir».

Sobre una eventual salida de una Catalunya independiente de la Unión Europea, ha subrayado que en los tratados europeos «no hay ningún artículo que prevea un mecanismo de exclusión» y ha citado «jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia» según la cual, a su juicio, sería «legítimo» crear un nuevo Estado si lo avala una mayoría democrática parlamentaria.

Asimismo, ha afirmado que las declaraciones de instancias internacionales en contra de los argumentos del independentismo responde a la «presión, insistencia e intercambios de favores» con el Gobierno central.

Junqueras, que ha intervenido en castellano, ha destacado que el debate con Margallo es una «prueba» más de que las del 27S son unas elecciones «con un fuerte carácter plebiscitario».

Margallo

Por su parte, el ministro Margallo, que ha apelado en varias ocasiones a los sentimientos de estima hacia Catalunya -«Oriol, se os quiere mucho en España»-, ha dejado claro que una declaración unilateral de independencia de Catalunya no supondría su expulsión de la Unión Europea sino la propia «autoexclusión» de la UE por parte de esta comunidad.

Ha advertido además de que la independencia catalana traería «el corralito», la «fuga de depósitos» y otros efectos negativos económicos entre los que ha citado una bajada de la pensión media de los catalanes de entre 350 y 400 euros al mes -un 44 por ciento menos de media- o la subida del paro del 19 al 37 por ciento.

Además ha subrayado que con el «efecto frontera» el comercio exterior en Catalunya registraría fuertes caídas como ha ocurrido en otros países -como el de Eslovaquia y Chequia, que bajó el 66%- y también conllevaría el desplome de la recaudación tributaria y el aumento de las prestaciones por desempleo.

García-Margallo, que ha expresado en este debate su fuerte preocupación y el «dolor» que le produce como a muchos españoles que haya catalanes que quieran «romper» la concordia que trajo la Constitución de 1978, ha advertido de que los bancos catalanes no podrían estar supervisados por el BCE, que no podría acreditar su solvencia, y no tendrían por tanto liquidez ordinaria.

Ante el argumento de Junqueras de que la UE no va a excluir a Catalunya, Margallo ha dicho que el líder de ERC «tiene razón» pero, ha aclarado, porque «quien se iría de casa es Catalunya», cuando a él, ha dicho, lo que le gustaría es «catalanizar España, como valencianizar también España».

Ha recordado así que el propio presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ha dado una respuesta «clarificadora» al respecto, la de que si Catalunya declara su independencia sale de la UE «desde el minuto cero» y en ese caso «no hay expulsión» sino «autoexclusión». «Él es quien debe interpretar y ejecutar los tratados», ha apuntillado.

«Lo que me preocupa es la situación del ciudadano concreto, soy personalista», ha insistido el ministro, quien ha asegurado que sus afirmaciones sobre las consecuencias económicas «no son amenazas».

Además ha apuntado que si unos amigos suyos «quieren tirarse por un puente» él les intenta disuadir aunque esté «abajo para ayudarles» cuando caigan. Después ha vuelto a recurrir al símil del puente para dirigirse a Junqueras y advertirle: «Te vas a dar una galleta monumental».

El ministro ha insistido en defender que la ciudadanía europea va ligada a la nacionalidad de uno de los Estados miembros, y ha advertido de que con la independencia «se renuncia a la Constitución y a todas las leyes que traen causa» tras ésta y, «por lo tanto», se renuncia «a la nacionalidad originaria».

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