El expresidente del Gobierno Felipe González ha defendido este sábado la necesidad de parar el «austericidio» en Europa y ha llamado a los partidos socialdemócratas a asumir el liderazgo que permita devolver su «identidad» a la Unión Europea tras unas políticas frente a la crisis que han sido «equivocadas» y le han hecho perder relevancia a nivel mundial.
González, que ha sido el encargado de inaugurar la reunión del Partido Socialista Europeo (PES) en Madrid, ha lamentado que «la UE está perdiendo relevancia para sus ciudadanos y para el mundo y solo una reacción auténtica del partido de los socialistas y demócratas europeos puede permitir cambiar el rumbo de esta Europa que cada vez se une menos y cada vez tiene más la enfermedad del nacionalismo».
Frente a ello, ha dicho, lo primero que hay que hacer es reconocer que «las políticas europeas de lucha contra la crisis han sido equivocadas» tanto en sus aspectos coyunturales como estructurales. Por contra, en Estados Unidos, «aunque no sea nuestro modelo», su respuesta le ha permitido «combatir el déficit, la deuda, crecer, generar empleo y prepararse para una economía altamentemente competitiva que les dé un nuevo papel dentro de la globalización».
«Austeridad suicida»
«La coyuntura exige que paremos el austericidio», ha reclamado. González, que ha dicho ser «partidario de la austeridad porque no se pueden mantener cuentas públicas desequilibradas indefinidamente en el tiempo», ha considerado que una austeridad «que no permita a los pueblos crecer y generar empleos es una austeridad suicida».
Por ello, ha dicho, «espero de nuestro partido que ofrezca políticas de esperanza sin ocultar la verdad: Europa tiene un desafío para insertarse en la economía global» y mantener su «unidad desde una visión de economía social de mercado». «No podemos perder el norte, nuestras políticas económicas tienen que estar al servicio de los ciudadanos y no considerar a cada ciudadano como una mercancía más», ha prevenido.
En este punto, ha hecho referencia al caso de Grecia, «donde no baja la deuda, ha aumentado» y «ahora los acreedores son los pueblos europeos». «Ahora no tienen ninguna otra salida, y ese es el error (de Alexis) Tsipras (el primer ministro griego), que incrementar la inversión, la demanda y el empleo, pero esa salida tiene que ir acompañada por Europa».