La casta de los electricistas, la casta de las administrativas, la casta de los agricultores. Así, presumiendo de ser casta y sin complejos, se han presentado varios miembros del PP en la convención nacional del partido, en la que este sábado mucho recordaba a Podemos.
No ha sonado L'estaca de Lluis Llach que suelen amenizar los actos de Podemos, pero el PP ha estado a la altura con el famoso «Libertad sin ira» de Jarcha, con el que ha ambientado un vídeo que repasa los momentos fundamentales en la historia de la etapa democrática.
Y por faltar, no ha faltado ni «la coleta», muy, muy parecida a la de Pablo Iglesias, que lucía Víctor Álvarez, un barbudo concejal del PP de la localidad leonesa de Valverde de la Vírgen, acostumbrado a los vaciles por su 'estilo Iglesias'.
«No me importa porque la gente que me conoce sabe que yo llevaba coleta antes», ha bromeado con Efe.
Podemos ha estado presente en casi todas las intervenciones, incluida en la del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, que no ha tenido problemas en un encuentro con jóvenes en cargar contra quienes este sábado quieren cambiar el sistema.
Pero, qué sistema quieren cambiar, se preguntaba Rajoy: «¿El sistema por el que tienen becas sin asistir por importe de 1.800 euros al mes?». No podía haber sido más directa la alusión del presidente al secretario de Política de Podemos, Íñigo Errejón.
Orgullosos de ser del PP. Así se declaran los populares en esta convención. «Pretenden poder, pero no van a poder», decía el vicesecretario de Política Autonómica, Javier Arenas, convencido de que España necesita una legislatura más del Partido Popular.
«Me llamo Javier Arenas. Llevo en el PP 25 años y antes, ahora y mañana siempre estaré orgulloso de este partido», ha dicho Arenas después de escuchar una tras otra ese tipo de reivindicaciones de alcaldes y miembros del PP, que este sábado presumían sin ningún reparo de su casta.
Lo ha dicho Matías Ágreda, alcalde de Torlengua (Soria) y agricultor de profesión: «Soy de la casta de los agricultores» y «nadie me ha regalado nada». Lo ha repetido María Ángeles Pallarés, de Canet lo Roig (Castellón), que trabaja como administrativa: «Soy de la casta de las administrativas».
Y Antonio Martínez Pascual, alcalde de Olula del Río (Almería) de «la casta de los electricistas», o Manuela Crespo, alcaldesa del zamorano municipio de Moreruela de los Infanzones, que en su caso dice ser «de la casta de las estanqueras».
Estos son algunos ejemplos pero no los únicos. Aquí este sábado, como ayer, todos son casta, cada uno de la suya; y si estamos acostumbrados a oír a Podemos decir que van a contar con los mejores, el PP arguye que ya los tiene.
«Somos mucha gente y contamos con los mejores porque somos el mayor partido político que hay en España», con más de 860.000 afiliados, ha recordado el vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, que ha pedido a los populares que se vuelquen «al máximo» para afrontar este año electoral.
Y si de buscar similitudes se tratara, los populares lo han puesto fácil. Floriano, incluso, ha urgido a sus cargos a hacer asambleas en los barrios y pueblos y a ir casa por casa para recuperar a los tradicionales votantes del partido que se han desencantado.
Podemos, eso sí, se queda en exclusiva con sus círculos.