La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha afirmado este jueves que la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, es «una decisión personal muy digna».
Aguirre se ha expresado así en declaraciones a TVE, preguntada por el cese ayer de la ministra de Sanidad después de que el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, diera a conocer un auto en el que propone juzgar a la ya exministra como partícipe a título lucrativo de las actividades de su exmarido Jesús Sepúlveda, por la implicación directa de éste en la trama Gürtel.
«Es una decisión personal, que creo que es una decisión muy digna» que hace para «no perjudicar al Gobierno, al presidente y al partido», ha afirmado la presidenta popular, quien ha apuntado que Mato explicó que no le imputaban ningún delito, sino que el auto apuntaba que se podría haber lucrado de los delitos que presuntamente podría haberse lucrado su partido.
La presidenta, quien ha indicado que no ha hablado con Mato y le va a escribir un mensaje, ha señalado que le diría que hay vida más allá del Ministerio.
NOMBRAMIENTOS EQUIVOCADOS
En su intervención, Aguirre ha señalado que la decisión de cesar a Mato es una «prerrogativa exclusiva del presidente» y «por lo tanto Mariano (Rajoy) nombró a la persona que creía mejor para este cargo». «Muchas veces cuando nombramos a gente nos equivocamos. Yo puedo decir que me he equivocado también», ha indicado para añadir que ha nombrado a personas que han salido «presuntamente ranas».
Además, ha sostenido que el Ministerio de Mato no tienen competencias y presupuesto porque la sanidad está en manos de las comunidades autónomas. A este respecto, ha considerado que la crisis del ébola ha puesto de manifiesto que al menos todo lo que se refiere a este tipo de enfermedades que no conocen fronteras «debería estar en manos del Estado», razón por la que ha visto «bueno» que el Carlos III fuera un centro de referencia nacional.
Por otra parte, la presidenta popular ha considerado que hay una noticia positiva que es el hecho de que Ruz haya decidido acabar la instrucción y abrir juicio oral para la primera parte de la Gürtel. «La justicia es muy lenta pero es inexorable», ha sostenido para añadir que si esos macroprocesos acaban durando tantísimo tiempo la gente acaba pensando que no tienen castigo cuando sí lo tienen y «tienen que devolver lo que han robado».