La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (FADSP) ha solicitado este jueves la dimisión del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, al entender que es «incapaz» de asumir la crisis sanitaria del ébola «con un mínimo de eficacia» y que «su permanencia en el cargo es un grave riesgo para la salud de la ciudadanía madrileña».
En un comunicado, la FADSP ha criticado que Rodríguez intente «trasladar sus responsabilidades a una persona enferma que lo está por atender voluntariamente y con poco entrenamiento a un enfermo con alto riesgo de contagio», tildando la actitud del consejero de «éticamente despreciable e insultante para los profesionales sanitarios».
Además, la Federación de Asociaciones ha lamentado que aún no se haya realizado «un registro ni una encuesta epidemiológica de las personas que vivían en el mismo edificio» de la enfermera infectada por ébola, a la que se atendió sin «las suficientes garantías de seguridad para el personal sanitario».
Por otra parte, han criticado que la Consejería de Sanidad asumiera el tratamiento de enfermos de ébola en el Hospital Carlos III «sin garantizar ni los medios técnicos ni la formación ni el entrenamiento suficiente del personal sanitario que atendía a estos enfermos», y de que no haya realizado el seguimiento apropiado a los profesionales que atendieron a los dos anteriores enfermos por ébola.
En el caso concreto de la enfermera infectada en estos momentos, Teresa Romero, desde la FADSP lamentan que cuando ésta «informó de que presentaba síntomas», la Consejería «no adoptó las medidas adecuadas para su tratamiento y aislamiento con los riesgos que ello supone tanto para la enferma como para la diseminación de la enfermedad».
También han criticado que se cerrase el Instituto de Salud Pública y la Dirección General de Salud Pública en 2008, «dejando a la región sin organismos con capacidad técnica para abordar emergencias de salud pública», y que la Consejería haya «desmantelado» el Carlos III, «de haberlo reabierto en condiciones precarias y de intentar cerrarlo en dos ocasiones tras la llegada del primer enfermo de ébola», han apuntado desde la Federación de Asociaciones.