La Iglesia católica ha beatificado este sábado a Álvaro del Portillo, sucesor de Josemaría Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei, en una ceremonia presidida por el delegado del papa Francisco, el cardenal Angelo Amato y a la que han asistido más de 100.000 personas.
Acompañado por el obispo prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha pronunciado en latín la fórmula de beatificación por la que se concede que Álvaro del Portillo sea, de ahora en adelante, beato.
Tras esta lectura, se ha descubierto una serigrafía de Álvaro del Portillo de 4 por 6 metros que adorna el altar donde, además de Amato y Echevarría, celebra la ceremonia el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid.
Finalizada la declaración de Amato, la familia de José Ignacio Ureta, el niño curado por intercesión del nuevo beato, ha sido la encargada de portar hasta el altar un pequeño relicario que contiene la sangre de Álvaro del Portillo.
El milagro acreditado consiste en la recuperación de este niño, que a los pocos días de nacer sufrió un paro cardiaco de más de media hora y una hemorragia masiva.
Con esta ceremonia termina la causa de beatificación del sacerdote español que se abrió en marzo de 2004, diez años después de su muerte, después de que más de 200 obispos y cardenales solicitaran que se abriera este proceso.
En total, declararon en el proceso 133 testigos, entre ellos 19 cardenales y 12 obispos y, una vez cumplidos los trámites y estudios en la Congregación de las Causas de los Santos, Benedicto XVI declaró el 28 de junio de 2012 «que constaban las virtudes heroicas y la fama de santidad» de Álvaro del Portillo.
Un año después, el 5 de julio de 2013, el papa Francisco abría el camino de la beatificación al conceder su aprobación al decreto que reconocía el milagro.
Según informa la Oficina del Opus Dei, hasta hoy se han recibido 13.300 relaciones de «favores» atribuidos a Álvaro del Portillo, como curaciones extraordinarias o reconciliaciones entre parientes o matrimonios.
Junto a Amato, concelebran la eucaristía el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, y Javier Echevarría, obispo prelado del Opus Dei.
Además, unos 1.200 de sacerdotes imparten los sacramentos del perdón y de la comunión y también participan más de 150 obispos de todo el mundo y 17 cardenales, además de religiosos y miembros de diversos movimientos eclesiales.