José Manuel Peñalosa, miembro del Consejo de Administración de RTVE desde junio de 2012 a propuesta del PP, ha sido nombrado por este órgano presidente en funciones de la corporación pública de radiotelevisión, en sustitución de Leopoldo González-Echenique, que ha presentado la dimisión.
El nombramiento de Peñalosa ha llegado después de que Echenique haya anunciado la renuncia durante la sesión ordinaria del Consejo de Administración de este jueves.
El expresidente ha dirigido una carta a los trabajadores del ente para señalar que, después de dos años de gestión, «ha llegado el momento de dar el relevo»; argumenta motivos «estrictamente personales» y considera que es «lo mejor para la Casa».
Echenique (Madrid, 1969) asumió la dirección de RTVE al ser nombrado por el Parlamento en junio de 2012, en un momento muy complejo para la televisión pública, con un recorte de su presupuesto anual y endeudada; en los últimos tiempos ha afrontado un descenso de los datos de audiencia.
Tras conocerse la dimisión, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha sido preguntado en el Congreso si la viabilidad de RTVE está garantizada.
«Por supuesto que sí», ha respondido a la prensa, además de valorar el «excelente trabajo» de Echenique en un momento de dificultades, en el que todos los sectores públicos han tenido presupuestos muy restrictivos.
En los últimos tres años, la asignación presupuestaria del Gobierno para la corporación se ha reducido en 704 millones de euros.
En la comisión parlamentaria de control de RTVE, Echenique reconoció en junio pasado que el ente se enfrenta a unas pérdidas acumuladas de 716 millones de euros.
De ellos, 400 millones se deben, precisó, al deterioro del patrimonio en edificios causado «por la burbuja inmobiliaria» y no por resultados operativos o por el actual equipo directivo.
Echenique precisó entonces que, pese a las pérdidas acumuladas, la corporación «no está en causa de disolución» y «tampoco en causa de cese» de su Consejo de Administración.
El portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, ha asegurado que la dimisión constata el «fracaso» del modelo de RTVE del PP, hasta el punto de dejar a la televisión pública al borde de la «inviabilidad».
Para revertir esta situación, que a su juicio está «a punto» de acabar con el servicio público, Hernando ha emplazado al Gobierno a volver al modelo anterior de televisión, «independiente y con profesionales independientes» y con un presidente consensuado con el PSOE y el resto de la oposición.
El portavoz del PP en la comisión de control de RTVE, Ramón Moreno, ha señalado que el modelo de TVE y el de su financiación son «un fracaso», diseñado, aprobado y puesto en marcha por el PSOE cuando gobernaba, ha asegurado.
«La televisión pública en España seguirá manteniéndose bajo los criterios de independencia, objetividad y pluralidad», ha dicho Moreno en un comunicado.
El portavoz de IU en el mismo órgano parlamentario, Ricardo Sixto, teme que el ente pueda seguir el camino «lamentable» de las autonómicas Canal Nou o Telemadrid; si el Estado no incrementa su financiación, ha asegurado, tendrá que volver la publicidad a la televisión pública.
«La dimisión -ha interpretado también- es un triunfo del sector más duro del PP».
Según el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, la decisión del anterior gobierno socialista de cerrar la financiación privada (con publicidad) a la televisión pública «no benefició» al ente.
También UGT y CCOO, así como la Asociación Española de Anunciantes (AEA), han destacado la preocupación que tienen respecto a la situación financiera de RTVE.
Según señaló Echenique en distintas comparecencias, no sólo ha habido un problema de reducción de presupuestos públicos, sino que hay otras causas que han contribuido a reducir los ingresos de RTVE, como las tasas de los operadores de telecomunicaciones (de 180 millones se ha pasado a 113 este año) o de televisión (de 90 a 55).
Echenique achacó la «complicada» situación de la corporación al «escaso margen de maniobra» de la actual Ley de Financiación para obtener ingresos
No obstante, «en menos de dos años» se ha pasado de un gasto de 1.200 millones a 960 millones, lo que supone un 25 % menos.
El descenso de los datos de audiencia es otro de los problemas; TVE 1 ha pasado a situarse por detrás de Antena 3 y Telecinco, según las cifras de Barlovento Comunicación con datos de Kantar Media del pasado 1 de septiembre.