El PSOE tiene intención de presentar en este nuevo curso político un completo Plan de Reactivación Democrática que, entre otras medidas, incluirá poner un tope a la deuda de los partidos políticos, permitir que los parlamentarios coticen a la Seguridad Social y puedan cobrar el paro, limitar la llamada 'puerta giratoria' de los políticos e incluso cerrarla para los expresidentes de Gobierno, reducir aforados y limitar esa protección al ejercicio del cargo.
Así lo ha explicado el secretario de Regeneración Democrática del PSOE, Ximo Puig, quien será el encargado de presentar «una iniciativa de reacción democrática que ataque a cuestiones fundamentales» como «la transparencia como antídoto contra la corrupción», el ejercicio honrado de la política, la rendición de cuentas ante los ciudadanos o la participación de la ciudadanía en la vida de los partidos.
'Doping' electoral
A su juicio, es el PSOE quien debe dar este paso porque el PP «no será creíble jamás mientras no asuma responsabilidades políticas» por asuntos como los casos Gürtel y Bárcenas. «¿Cómo va a ser creíble hablar de regeneración democrática desde un partido al que han sentado en el banquillo a tres tesoreros, del que un juez ha dicho con claridad que ha habido financiación ilegal y que sus obras se pagaron con una caja B, y cuyos dirigentes cobraron sobresueldos millonarios?», se pregunta Puig.
Para el también secretario general de los socialistas valencianos, la Justicia ha demostrado que el PP «ha ido dopado a las elecciones» merced a esa financiación ilegal, y ahora «la política antidoping no la pueden provocar los que han organizado este sistema».
El dirigente socialista, que tiene intención de reunirse con organismos como Transparencia Internacional, presentará medidas para asegurar el cumplimiento de la ley de incompatibilidades y para limitar o incluso cerrar «la puerta giratoria» entre política y empresas