El coordinador nacional de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Herrera, ha reclamado a los sectores soberanistas que defiendan también la soberanía de Catalunya de los ataques que sufre por parte del presidente de la Generalitat, Artur Mas, y ha hecho referencia a la estrategia de privatización que, a su juicio, practica el Govern con la salud pública.
Herrera lamenta que muchas veces se interpele a los ecosocialistas para que estén a la altura en el proceso hacia la consulta de autodeterminación, y ha afirmado que su formación «echa en falta muy a menudo» que estas entidades soberanistas tengan el mismo compromiso en el rechazo a decisiones del Ejecutivo catalán que menoscaban la soberanía.
«Nosotros nos vemos en la obligación hoy de interpelar a los sectores soberanistas para que defiendan la soberanía del país, no solo la que ataca Madrid, sino la que ataca el Govern cuando privatiza el agua y recorta en el Institut de Salut», ha remarcado, y ha deplorado que «algunos hayan cambiado 'derecho a decidir' por recortes».
Críticas
Herrera ha subrayado que el compromiso de los ecosocialistas con la consulta es firme pero no debe privar de criticar aquello que el Govern no hace bien: «Lo que está sucediendo más allá de la relación Catalunya-Estado es muy gordo, y no todo depende de la relación con el Estado».
El colíder de ICV ha destacado que en el documento con 23 propuestas concretas que Mas hizo llegar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la reunión que mantuvieron a finales de julio «no hay nada que afecte a la soberanía que PP y CiU atacan de forma compartida», como la reforma laboral y los desahucios.
Herrera sostiene que tras la reunión entre ambos presidentes no ha cambiado nada en lo que refiere a la consulta porque «el PP es el partido del 'no' y tiene alergia a los instrumentos democráticos», y ha insistido en que la consulta debe celebrarse y no puede cambiarse «por sucedáneos como unas elecciones plebiscitarias o un gobierno de concentración».
Herrera ha defendido que el acento ahora debe estar puesto en que los catalanes quieren votar sobre su futuro y no sobre si se defiende una opción u otra en la consulta prevista para el 9 de noviembre, y ha esgrimido que en ICV «conviven muchas sensibilidades, desde favorables a la independencia a federalistas», y lamenta que haya quien encare la consulta «con el simple objetivo de obtener réditos electorales».