La Corona Real que se exhibirá en la proclamación de Felipe VI tendría un precio de salida a subasta «cercano a los 100.000 euros» principalmente por su valor histórico, que es mayor al económico, ha informado la Asociación Española de Tasadores de Alhajas (AETA).
El vicepresidente de la AETA, Jesús Angel Ruiz, ha explicado que la Corona Real «tiene un valor histórico incalculable» aunque «el valor económico no es excesivamente alto». De hecho, ha asegurado que la Corona tiene un valor económico -determinado los materiales utilizados- que ronda los 6.000 euros.
Ruiz ha subrayado que este cálculo de salida a subasta es el resultado de sumar el valor económico estimado, el valor «intrínseco» que tiene la Corona por ser «un símbolo representativo del Reino de España», así como otros incrementos como la antigüedad y el fabricante. Asimismo, ha aclarado que atiende a parámetros de las casas de subastas de obras de arte que son líderes a nivel internacional -Sotheby's y Christie's-.
Eso sí, ha insistido en que al final de la subasta el valor «puede ser infinitamente mayor": «Se puede multiplicar y de hecho lo habitual es que se multiplique», ha puntualizado al respecto, añadiendo que «hay muchos inversores, coleccionistas y empresas que pujarían porque es una pieza única».
El valor económico oscila los 6.000 euros
Para cualquier obra de arte que sea objeto de tasación, hay que tener en cuenta su valor económico, que viene designado por los materiales utilizados para su fabricación. Así pues, sin tener en cuenta su valor histórico, la Corona Real -de plata sobredorada y de aproximadamente un kilogramo de peso- «puede valer alrededor de 6.000 euros», ha explicado Ruiz.
En esta línea, sostiene que su fabricación no es «un trabajo exquisito» y que una reproducción de la misma Corona «no excedería» esa cantidad. Sin embargo, ha recalcado que teniendo en cuenta el valor histórico el precio «es mucho mayor».
Y es que, de cara a realizar una tasación, el valor histórico «excede» al valor de los materiales que se hayan utilizado en su fabricación. Según Ruiz, en todas las piezas, y especialmente en el caso de la Corona Real, que «es una pieza única», su valor histórico es «muy superior» al valor económico.
Ruiz ha aclarado que los parámetros para calcular el precio de salida a subasta cambian según el objeto, «y más hablando de la Corona Real». En este caso, ha recalcado que «el valor de la salida a subasta es considerablemente más alto, y el valor de remate de la subasta mucho más».
La Corona Real, que pertenece a la colección de Patrimonio Nacional, data del año 1775 y es uno de los símbolos de la Monarquía española. Concretamente, acompaña al cetro tanto en la proclamación y jura del nuevo monarca como en las ceremonias fúnebres, según Patrimonio Nacional.
Se ha utilizado en todas las ceremonias de proclamación- aunque de forma simbólica ya que no hay colocación- desde Isabel II. Así pues, el próximo día 19 de junio, se exhibirá en el Congreso de los Diputados durante la proclamación de Felipe VI, al igual que sucedió en el año 1975 cuando el Rey Juan Carlos I fue nombrado Rey de España.
La última vez que fue expuesta fue en el año 1980 con motivo del traslado a España de los resto mortales de Alfonso XII para su enterramiento en El Escorial.
La Corona, de grandes dimensiones, consta de un aro formado por dos molduras lisas y en medio otra plana con decoración repujada sobre la cretería formada por espejos en los que se representan emblemas heráldicos.
En distintas posiciones enlazan los espejos rematándolos, una corona de laurel de la que parten ocho imperiales formados por dos ramas entrelazadas, dejando claros en medio que se aúnan dentro de una moldura circular convexa, con decoración de hojas de relieve. Esta última sirve de base a una bola con cruz de brazos iguales y decorados con hojas en relieve.