La «caja B» que llevaba la trama liderada por Francisco Correa se nutría de tres conceptos: facturas falsas, cobros en efectivo de servicios sin factura y pagos ficticios de indemnizaciones, según concluye la Agencia Tributaria en un informe remitido hoy por el juez Pablo Ruz a las partes del caso Gürtel.
El informe de la Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude (ONIF), al que ha tenido acceso Efe, analiza la llamada «caja B» de Gürtel, también calificada por la propia trama como «caja B actual» o «caja pagos B», y concretamente de dónde procedían las cantidades que en ella se ingresaron entre 2003 y 2006.
Ese dinero, indica el informe, luego se destinaba a pagar comisiones a políticos como los exalcaldes del PP de Majadahonda y Pozuelo, Guillermo Ortega y Jesús Sepúlveda; el exedil del primer municipio José Luis Peñas (que fue quien destapó la Gürtel) y el exeurodiputado Gerardo Galeote, entre otros.
En sus conclusiones, la ONIF afirma que esta caja B se alimentaba de mayormente de facturas que no respondían a ningún servicio, en las que se simulaba el pago a un proveedor, de manera que se retiraban los fondos de cuentas bancarias de empresas de la red Gürtel y se ingresada en esa contabilidad paralela.
También se metían allí cobros en efectivo por servicios prestados por la organización sin que se emitiera factura, es decir, pagos en dinero negro a la trama, así como pagos ficticios de indemnizaciones de despido, entre ellas una al presunto contable de la red, José Luis Izquierdo, a quien se le incautó un «pendrive» que contenía toda esta contabilidad paralela, añade.