La plataforma Societat Civil Catalana tiene como objetivo «rebelarse» contra el discurso «falaz, tramposo y sin legitimidad de origen» del soberanismo, y advierte de que la independencia no puede ser planteada como un «proceso de terciopelo», sino que tendría consecuencias «abruptas» para Catalunya y el resto de España.
En una entrevista con Efe, el historiador Joaquim Coll, portavoz y promotor de esta asociación formada por empresarios, juristas, académicos y profesionales, ha considerado que no existen argumentos de tipo político, económico o cultural que justifiquen «un proceso de ruptura que sería traumático», un debate en el que ha lamentado la «dimisión intelectual» de una parte de la izquierda catalana.
«Societat Civil Catalana nace para rebelarse, pero sobre todo para que los catalanes, creemos que la mayoría, se atrevan a explicitar, a decir de manera abierta y sin ningún tipo de complejo ni miedo que la secesión ni la queremos ni nos conviene. Ni económicamente, porque nos haría más pobres a corto plazo, ni tampoco está justificada política ni moralmente», ha señalado.
Procedimientos
El historiador es uno de los portavoces y fundadores de la plataforma, que en este último día de Sant Jordi reunió a 1.300 personas en su primer acto en Barcelona y ya suma más de 8.000 adhesiones a su manifiesto, y que en entre otras acciones prepara una manifestación en Tarragona para la Diada del 11 de setiembre.
Para Coll, el proceso soberanista es «falaz, tramposo en el lenguaje y los procedimientos», ya que los catalanes «no son un pueblo oprimido en democracia, ni víctimas de ninguna tiranía».
«La mayor demostración de que Catalunya no vive bajo ninguna dictadura es que tenemos un Govern y unas instituciones de todos, que hacen servir sus medios públicos y recursos para promover un proceso secesionista. ¿Qué más libertad que lo que está pasando?», ha manifestado.
Un proceso además «falto de legitimidad de origen», porque CiU «no se presentó con un programa independentista en las elecciones y, en cambio, Artur Mas está aplicando el programa de ERC y la CUP».
En cualquier caso, Coll insiste en que su asociación «no nace para estar a favor o en contra de la consulta. «Votar la participación de una sociedad no es ninguna fiesta, aunque nos hagan ver que esto será el no va más de la democracia», ha relatado.