Como un ejemplo de consenso y de concordia y un político clave en la transición hacia la democracia ha sido recordado hoy el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez por el Rey, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y otros representantes de la clase política española.
En un mensaje de pésame difundido por la Casa del Rey, el jefe del Estado ha animado a seguir el ejemplo de consenso que dio en su día Suárez para lograr «la mejor articulación de la diversidad de España» y la «recuperación de la legítima posición» del país «en el escenario internacional».
«El ejemplo que nos deja es muestra de que juntos, los españoles somos capaces de superar las mayores dificultades y de alcanzar, con unidad y solidaridad, el mejor futuro colectivo para todos», ha dicho el monarca en su alocución, en la que se le ve con corbata negra en señal de duelo y ante la célebre foto en la que pasea junto a Suárez por el jardín de su residencia, ambos de espaldas.
En el mensaje de condolencia, el rey ha afirmado que su muerte le llena «de consternación y de pena» y recuerda que tuvo en Suárez «a un amigo leal y, como rey, a un colaborador excepcional».
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por su parte, ha considerado que «es el momento de mostrar respeto y agradecimiento hacia el hombre de concordia que hizo posible la democracia en España» y que «abrió las puertas de Europa» a este país.
En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, Rajoy ha dicho que «en estas horas de duelo, el mejor homenaje» que pueden hacer los españoles y él mismo a Suárez es esforzarse «por seguir el camino» que él marcó, «el del entendimiento, la concordia y la solidaridad entre españoles para lograr la España que él quiso y que entre todos les debemos hacer posible».
Para el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, Suárez «supo unir a quienes desde posiciones políticas distintas compartían con él un compromiso por la libertad y la firme voluntad de construir una España en la que cupiéramos todos».
El papel que jugó el expresidente del Gobierno en la transición democrática también ha sido ensalzado por sus sucesores en el cargo, como Felipe González, quien ha indicado que «el paso de una dictadura a una democracia pluralista, tantas veces frustrada en nuestro país, se debe a su tarea».
Para José María Aznar, el político fallecido ya tiene «un puesto de honor» por su aportación a la democracia y a la historia de España, mientras que José Luis Rodríguez Zapatero ha considerado que la hazaña que supuso la transición sólo se entiende a partir de la actitud de Suárez, «de su afán de concordia, de su determinación, de su valentía».
Miquel Roca i Junyent, uno de los padres de la Constitución Española, ha considerado que su «principal legado» es el de «resolver las crisis de un país con voluntad de dialogar, de pactar y de comprender, de no tener miedo a llegar a acuerdos».
El excoordinador general de Izquierda Unida Julio Anguita ha indicado que Suárez cumplió con el cometido de superar los intereses de un régimen dictatorial para llegar a una «situación democrática».
También Coalición Canaria (CC), Unió Democrática de Catalunya (UDC) y el partido Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) han destacado el papel clave jugado por Suárez en la Transición.
«Ahora más que nunca hay que recuperar su espíritu dialogante y centrista», ha dicho el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, mientras el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha dicho que si hubiese «más políticos del estilo» de Suárez en activo «al Estado español y a los vascos y a los catalanes les iría mejor».
La líder de UPyD, Rosa Díez, ha considerado que ni la vida ni la política fueron justas con Suárez, pero que él estuvo «muy por encima del tiempo que le tocó vivir».
Para el presidente provisional de Vox y candidato de ese partido a las elecciones europeas, Alejo Vidal-Quadras, ha destacado que la muerte de Suárez simboliza también «el final de toda una época», mientras que el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha considerado que con su muerte, todos los españoles se sienten hoy «un poco huérfanos».
El exdirector general de la Unesco, exdiputado de UCD durante la Transición y exministro de Educación y Ciencia (1981-1982) Federico Mayor Zaragoza ha destacado que «Adolfo Suárez pasará a la historia, no sólo de España sino del mundo, como el gran constructor de este sistema democrático».
También el presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Ricardo Blázquez, ha destacado que España debe «mucho» a Adolfo Suárez por su contribución «singular» a la democracia, la reconciliación y la recuperación de las libertades fundamentales.