Huidos de ETA sin causas pendientes ofrecieron ayer su «testimonio y ayuda» a otros miembros de la banda terrorista fugados para que «regresen a sus casas» y aseguraron que «no tienen miedo» de «hacer frente a todo lo ocurrido, ni tampoco a asumir nuestra responsabilidad».
«Somos conscientes de que los Gobiernos español y francés intentan destruir el nuevo camino que hemos iniciado y que nos hará falta toda nuestra energía para avanzar», señalaron en un acto celebrado en la localidad navarra de Alsasua, en el que participaron más de un centenar de personas, y en el que, en representación del colectivo de huidos, Aitziber Plazaola y Xabier Zubizarreta dieron lectura a un comunicado en euskera, tras la que no se admitieron preguntas.
A las puertas del lugar de esa presentación, representantes del Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) entregaron un documento en el que se detallan un total de 400 asesinatos sin esclarecer de la banda terrorista.
Consuelo Ordóñez, presidenta de Covite; Laura Martín, vicepresidenta, y Concepción Fernández, viuda de Aurelio Prieto –guardia civil asesinado por ETA–, fueron las encargadas de entregar el listado a los organizadores del acto, que no les permitieron el acceso al mismo. Las tres rmujeres llegaron hasta la localidad navarra con carteles en los que se podía leer el lema «condenad el terrorismo, aclarad los asesinatos».
Ordóñez ha asegurado que los huidos de ETA vuelven a España «porque sus crímenes han prescrito», pero porque el Estado de derecho «les está informando de que la Justicia ya no les busca».
Sin embargo, añadió Ordóñez, «a las víctimas no nos informan de los crímenes de estos etarras, que no han sido juzgados y que nunca pagarán por los crímenes de nuestros familiares».