El presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, pidió ayer a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, que vea Catalunya como «un excelente aliado para construir la Europa del futuro».
El presidente de la Generalitat hizo estas consideraciones a la vicepresidenta de la Comisión Europea, a la que se dirigió en francés, durante la inauguración del Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona.
Viviane Reding llamó el domingo a los gobiernos español y catalán a «negociar con mentalidad abierta y sin líneas rojas» para que Catalunya permanezca dentro de España y de la UE.
Lazos estrechos
Mas ha respondido ayer a Reding que la sociedad catalana «siempre» ha defendido y ha estado unida con lazos estrechos mirando hacia Europa, y «ahora» quiere y necesita «implicarse en la construcción europea», apuntó, en presencia también de la ministra de Fomento, Ana Pastor.
Mas, que agradeció a Reding su aprecio por la lengua y las raíces catalanas, le pidió que mire también «las ramas» de la situación actual. En este sentido, le señaló que actualmente Catalunya se «aferra a sus raíces», pero es también un país vivo, con movimientos sociales y políticos dinámicos y con una gran implicación de la población.
Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, respondió ayer a Reding que sí existen «líneas rojas» en la negociación con el Gobierno catalán, y que estas «siempre son la ley y la soberanía nacional».
«En todos los países, supongo que también en el suyo -refiriéndose a la comisaria europea-, y desde luego en la UE, hay líneas rojas», afirmó.
A juicio de De Cospedal, las declaraciones de Reding «se han extraído del contexto adeudado» porque no cree que la comisaria de Justicia «entienda que no tiene por qué cumplirse la ley europea o la ley de los estados miembros».