El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha lanzado Tributs de Catalunya (Tributos de Catalunya), una red que incluirá 152 oficinas para recaudar impuestos y que supone un paso más a «medio camino» hacia una hacienda catalana para «sacarse de encima» la «pulsión centralista».
Acompañado de los presidentes de las cuatro diputaciones catalanas, Mas ha presentado en un acto solemne en el Palau de la Generalitat la red Tributs de Catalunya, que unifica las oficinas de la Agencia Tributaria de la Generalitat y de las diputaciones, lo que suman 53, aunque la intención del Govern es que se amplíen a 152 y que se destinen 1.399 empleados públicos.
Tributs de Catalunya surge a partir de los convenios de colaboración suscritos entre la Agencia Tributaria de Catalunya y las diputaciones provinciales de Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida, y comportará que los ciudadanos puedan realizar todas las gestiones tributarias, como por ejemplo el pago de impuestos, mediante una «ventanilla única» que aproximará el servicio a los contribuyentes.
No es un pulso
Mas ha descartado que este proyecto sea un «pulso» al Estado pues es, ha dicho, una apuesta para una «Cataluña mejor», en un momento en el que, a su juicio, se produce una «pulsión centralista» con el fin de «erosionar» el autogobierno catalán, al tiempo que ha denunciado la «asfixia» de las finanzas catalanas por parte del Estado. «Esto nos lo tenemos que quitar de encima porque no nos conviene y una manera de hacerlo es desarrollar instrumentos propios», ha justificado el presidente catalán.
En este sentido, Mas ha subrayado que «no hemos llegado al final del proceso, estamos justo en medio del camino, porque pretendemos tener una hacienda propia», que sea, ha dicho, «completa, integral, moderna» y «de proximidad». El objetivo del Govern, según ha explicado su presidente, es que en un futuro Cataluña disponga de «autonomía financiera» y que pueda, por tanto, recaudar y gestionar todos los tributos, tanto los locales, como los autonómicos y los estatales.
Sin embargo, por el momento la Generalitat no tiene competencias para gestionar los tributos estatales, por lo que si un ciudadano los lleva a una de estas oficinas catalanas serían transferidos a Hacienda. Según ha explicado Mas, la intención no es hacer «una calcomanía o una reproducción» de la Hacienda estatal, que tiene algunas «cosas buenas».