El presidente de la Generalitat y líder de CDC, Artur Mas, ha respondido este sábado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que la votación del Parlament para pedir al Congreso que transfiera a la Generalitat la competencia para convocar la consulta es una «ocasión de oro» para que el Ejecutivo central dialogue con las instituciones catalanas si realmente quiere hacerlo.
En su discurso durante el Consell Nacional ampliado de CDC ante 2.000 militantes en Barcelona, ha sostenido que «no puede haber diálogo, acuerdo y negociación si hay una sola mano tendida», y ha considerado que la Generalitat es la única que busca entenderse y lo hace de una forma impolutamente legal.
Ha asegurado que el proceso soberanista despierta irritación y desconcierto en Madrid, y ha subrayado que Cataluña solo quiere vivir tranquila sin interferencias que «ofenden la dignidad del pueblo catalán», como los ataques a la inmersión lingüística, el autogobierno y la imposición del déficit.
Ha defendido el carácter pacífico del proceso y ha asegurado que Cataluña no busca enfrentarse a nadie porque dos no pelean si uno no quiere, aunque ha asegurado que se defenderán de los ataques y «provocaciones que se reciben cada día».
Desconcierto en Madrid
El presidente catalán ha considerado que el proceso soberanista despierta desconcierto e irritación en Madrid: «Piensan que es un proceso que hemos maquinado unos personajes que llevamos cuernos y cola, que somos una gente peligrosísima y les hemos creado este problema a los catalanes, que son burros y se lo han tragado todo», ha ironizado.
Ha explicado que Cataluña solo quiere ser «un país normal que no se tenga que pelear cada día por las intromisiones permanentes» en su autogobierno y que no sufra por la involución en sus competencias.
En ese sentido, ha enumerado como agravios el intento de «romperle las piernas» al modelo educativo catalán; que el Gobierno central fije un déficit para Cataluña que ésta considera arbitrario, y que la comunidad tenga que mendigar las infraestructuras que necesita, entre otras cosas.
«Somos un país que no quiere que le llamen insolidario y tacaño mientras tiene los impuestos más altos de todo el Estado», los costes más altos y genera suficiente riqueza para transferir 15.000 millones de euros al Estado cada año, ha añadido.
Ha asegurado estar harto y asqueado de que se compare al proceso soberanista catalán con sistemas totalitarios, y de que el Gobierno central haga que Cataluña se arrodille para pedir crédito al Estado: «Ofende nuestra dignidad como pueblo», ha alegado.
Auditorio lleno
Ante un auditorio lleno en el Palau de Congressos de Cataluña, que le ha recibido en pie con aplausos y gritos de 'independencia', ha subrayado el papel del catalanismo político y cultural en la modernización de Cataluña, y ha asegurado que la comunidad vive hoy un momento histórico en el que «nada volverá a ser igual».
En un discurso de más de una hora, Mas también se ha referido a la situación económica, y se ha mostrado «bastante convencido» de que Cataluña comenzará a crear empleo neto a lo largo de 2014, un año en el que cree que la situación mejorará por primera vez en los últimos seis años.
Resumiendo el año político que comienza, el líder de CiU ha asegurado que la aprobación de los Presupuestos de la próxima semana es tan importante como la votación sobre la consulta del pasado jueves, y se ha mostrado satisfecho de que se aprueben ya las cuentas tras haberse aplazado por «las malas prácticas de algunos, en perjuicio de los ciudadanos».